Washington – Un inmigrante hondureño, a quien se le había diagnosticado COVID-19 en el centro de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en la Cárcel del Condado Morrow, en Ohio, falleció pocos días después de ser liberado, informó este martes Lynn Tramonte, directora de la Alianza de Inmigrantes en ese estado.
«Oscar, un padre de familia, contrajo COVID-19 en la cárcel», añadió Tramonte. «Oscar era diabético y en la cárcel no había cuidado médico. Fue dejado en libertad de la detención de ICE después que se confirmó su caso de COVID, el primero en la cárcel de ese condado».
ICE ha informado de que 47 de los inmigrantes detenidos en la Cárcel del Condado de Morrow dieron positivo a las pruebas de coronavirus.
En su informe más reciente, divulgado el lunes, ICE indicó que se les ha hecho la prueba de detección del coronavirus a 1.686 inmigrantes, esto es un 0,5 % de los más de 29.000 detenidos en diversas partes del país, y se han obtenido 869 casos confirmados de COVID-19, esto es una tasa del 51,5 % de resultados positivos.
Del total de casos confirmados de COVID-19 entre inmigrantes detenidos, 259 han ocurrido en 10 centros de detención en Texas; 144 en seis centros en Louisiana, y 144 más en un solo centro, el de Otay Mesa, en San Diego (California).
ICE informó asimismo de que 42 casos positivos entre su propio personal en los centros de detención, y otros 102 empleados que no trabajan en esos centros.
Durante más de dos meses, miembros del Congreso, abogados que representan a inmigrantes y activistas han advertido que las condiciones de hacinamiento, carencias en la higiene personal y condiciones crónicas de salud en los centros de detención representan una amenaza grave para la salud y la vida de los detenidos.