San Salvador – Los efectos causados por la pandemia del coronavirus y las problemáticas derivadas de la corrupción en los países de Centroamérica empujarán a más habitantes de la región a migrar de forma ilegal, en especial a los ciudadanos de El Salvador, Guatemala y Honduras, tal como lo dijo a Efe el conocedor de temas migratorios Vinicio Sandoval.
Entre las principales razones que impulsan a la migración irregular en la región centroamericana, más puntualmente en los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala), están la violencia y la pobreza, de acuerdo con las autoridades de dichas naciones.
A lo anterior se le agrega ahora la crisis generada por la pandemia, que en algunos países ha agudizado el tema de la corrupción, y los efectos causados por los huracanes Eta e Iota.
LA PANDEMIA
Sandoval, director ejecutivo del grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador (GMIES), señaló que en el contexto de las cuarentenas impuestas en los países para controlar la pandemia se registraron desplazamientos internos por violencia, lo que obliga a las personas a irse de sus comunidades o a pensar en migrar.
«Hemos tenido durante la cuarentena temas de desplazamiento interno por violencia o por crimen organizado (…) no hay poder de control en los territorios y esto va a seguir expulsando gente para afuera», señaló
Indicó que, según un informe regional sobre los derechos humanos de los migrantes en el contexto de la covid-19 dado a conocer a principios de diciembre, también durante la pandemia ha crecido la discriminación y la xenofobia contra los migrantes retornados.
«Otro tema que nos preocupa mucho fue la recepción de las personas deportadas. Por ejemplo en El Salvador, hubo comunidades que no querían centros de resguardo con personas deportadas en sus comunidades», apuntó.
También señaló que en «las redes sociales se incrementaron los mensajes de xenofobia y discriminatorios en contra de la población (migrante), ya que se observó un 35 % de aumento en los mensajes contra los migrantes por tema de pandemia, sin fundamentos, mensajes ofensivos generados algunos de ellos por autoridades locales».
LA CORRUPCIÓN
Sandoval apuntó que la inestabilidad política por la corrupción en los países de la región «también está empujando y va a seguir empujando a las personas hacia fuera».
«Guatemala está en una crisis brutal; Honduras tiene años de estar en una crisis muy fuerte política y Nicaragua no se diga (…) y a esto se agrega que la pandemia viene a agudizar algunos temas, como la corrupción», subrayó.
Sandoval aseguró que es difícil saber con exactitud el incremento que tendrá la migración a raíz de estas situaciones pero señaló que es necesario implementar acciones que garanticen los derechos humanos de los migrantes.
«No sabemos de cuánto será el incremento porque también es muy difícil contabilizar la migración por la irregularidad de esta (…) es muy complejo, no sabemos si vamos a poder evidenciarlo en números», acotó.
ACCIONES PARA LA MIGRACIÓN REGULAR
El experto indicó que pese a que en la región se están buscando acciones para promover una migración regular, como visas de trabajo y otras dinámicas, «esto no es la respuesta para los miles (de ciudadanos) que se están yendo».
«Podemos ubicar un par de decenas, quizá un par de centenas, pero no los miles que se van, sí estamos preocupados por lo que pueda pasar», manifestó.
SOBRE EL INFORME
El informe regional sobre los derechos humanos de las personas migrantes en el contexto de la covid-19 surge, según lo explicó Sandoval, de un observatorio que se realizó con las organizaciones que integran la Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones (RROCM).
En el mismo se observaron las situaciones que atraviesa las poblaciones migrantes en contexto transfronterizo, en contexto de caravaras, flujos transcontinentales y la dinámica de los migrantes retornados durante la pandemia.
El documento fue presentado a 11 Gobiernos de América en la Conferencia Regional sobre Migraciones que se llevó a cabo en forma virtual.
El informe llama a los Estados de la región a garantizar la protección de la salud de las personas retornadas, a mejorar los sistemas de atención de recibimiento y de traslado.
Además, insta al fortalecimiento de mecanismos de desarrollo para las personas migrantes en el tema de apoyo económico y programas especializados para invertir en sus emprendimentos y en sus dinámicas laborales.
Asimismo, llama a los Estados a articular mejor sus estrategias y se solicita a México, que se está convirtiendo en un país de destino, que detenga las acciones discriminatorias, de xenofobia y casi de expulsión inmediata de los migrantes que «riñen totalmente con toda la normativa nacional de ese país e internacional sobre derechos humanos».