Trabajadores laboran en el reemplazo del sexto bloque del muro fronterizo en la zona de Ysleta, en Ciudad Juárez en el estado de Chihuahua (México). EFE/Luis Torres/Archivo

Tucson – A toda marcha y tratando de ganarle tiempo al tiempo, empresas constructoras aceleran las obras del muro fronterizo antes de que Joe Biden asuma la Presidencia en enero y ponga un alto al proyecto que el mandatario saliente, Donald Trump, considera su legado y posible plataforma para una futura tentativa presidencial.

En varios segmentos de la frontera de Arizona con México se puede ver cómo el flujo de camiones y materiales, así como la construcción misma del muro, no para. Las constructoras tratan de el mayor número posible de millas antes de que la nueva Administración les pueda cancelar sus multimillonarios contratos.

“Ahorita lo que la Administración Trump está haciendo es que está urgiendo a todas estas compañías para que construyan rápido, que usen todo el dinero que ya se les ha dado, porque ya no va a haber más”, dijo a Efe Raúl Grijalva, representante federal por Arizona.

HAY QUE ESPERAR

El congresista demócrata, quien representa un distrito que cubre gran parte de la frontera de Arizona, dijo a Efe que “lamentablemente” no hay nada que se pueda hacer por el momento para detener esta acelerada construcción porque Trump aún tiene el poder hasta el 20 de enero. “Después vamos a ver qué decisiones podemos tomar para remediar los daños que han causado”, dijo.

Por su parte, uno de los trabajadores que construyen el muro en una área del desierto de Arizona dijo a Efe, de forma anónima por miedo a perder su empleo, que se nota la urgencia que las compañías tienen por terminar cuanto antes el proyecto de construcción, ya que muchos trabajadores están laborando horas extra.

Indicó que a principios de este año trabajaban un promedio de cuatro días por semana, después subieron a cinco y ahora están trabajando seis días por semana. Cada trabajador gana un promedio de 20 dólares la hora, y aquellos que saben manejar maquinaria pesada pueden ganar mucho más.

En diciembre próximo se anticipa una nueva y quizás final batalla en Washington por aprobar más fondos para la construcción del muro fronterizo. El Congreso debe aprobar el presupuesto para el año fiscal 2021 y para ello requiere por última vez la firma del presidente Trump, quien ha solicitado 2.000 millones de dólares para continuar la construcción de la barrera.

Grijalva dijo que aunque el Congreso apruebe estos fondos, no “necesariamente” serían utilizados para continuar la construcción del muro, sino que quizá puedan ser usados para “remediar” el daño causado por las obras al medioambiente.

Grupos defensores del medioambiente han solicitado al presidente electo Biden que no solo detenga la construcción sino que también derribe partes clave de la estructura que actualmente causan el mayor daño ecológico a la región.

URGENCIA VISIBLE

En los últimos meses ha sido visible la urgencia de la Administración Trump y las constructoras por acelerar la construcción de la barrera, una de las promesas de campaña del mandatario republicano antes de su elección en 2016.

Mientras que en abril pasado la Administración Trump anunció la terminación de 150 millas (240 kilómetros) de muro fronterizo, en seis meses la cifra casi se ha triplicado y ahora, de acuerdo a cifras oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ya se han terminado 402 millas (643 kilómetros). Se espera que para finales de diciembre se llegue a las 450 millas de muro fronterizo (720 kilómetros).

De acuerdo con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, que supervisa la construcción, actualmente hay 11 diferentes contratistas trabajando en 27 diferentes puntos de la frontera.

Para Anna Ochoa O’Leary, directora del Departamento de Estudios Mexicoestadounidenses de la Universidad de Arizona, la “urgencia” por construir la mayor cantidad posible de millas de muro antes de que termine la Presidencia de Trump puede tener distintos propósitos.

El primero es preservar lo que Trump considera “su legado” y demostrar a su base de seguidores que cumplió con su promesa de construir un muro en la frontera con México para detener la inmigración indocumentada.

El segundo es seguir alimentando a esta base conservadora que lo sigue y tomar los primeros pasos hacia lo que algunos especulan podría ser una posible nueva candidatura de Trump a la Presidencia en 2024.