Redacción – La niña migrante de tres años fallecida en un autobús enviado desde Texas a Illinois la semana pasada fue sepultada este jueves por sus familiares en el estado de Indiana.

Jismary Alejandra Barboza González murió el 10 de agosto en un autobús que había sido enviado desde Brownsville (Texas) a Chicago (Illinois) como parte del programa del gobernador texano Greg Abbott para enviar migrantes recién llegados a ciudades declaradas santuarios migratorios.

La pequeña, nacida en Colombia y de padres venezolanos, viajaba con su papá, Jimmy Barboza, y su mamá, Mariangel González, cuando murió en el autobús que estaba cerca de llegar a su destino.

El Departamento de Salud Pública de Illinois confirmó que el autobús se detuvo cuando la madre informó que la pequeña se había desmayado, pero cuando llegó el equipo de emergencia la niña ya había muerto.

La familia informó a través de una cuenta de GoFundMe que el estado de Illinois pagó por los servicios funerales de la pequeña realizados hoy en la ciudad de Warsaw (Indiana).

También contó que había iniciado en mayo pasado la travesía que la llevó por Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos.

Tras entregarse a las autoridades estadounidenses de inmigración los tres migrantes estuvieron detenidos tres días, y después de su liberación abordaron el autobús que los acercaría a su destino final en Indiana, donde había familiares esperándolos.

Jismary Alejandra cumpliría cuatro años el 25 de agosto.