Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, preguntó este domingo durante la celebración de la homilía correspondiente al XXIX domingo del tiempo ordinario oficiada en la basílica menor de Suyapa que “¿de dónde se quiere sacar el dinero para comprar futuros votos y seguidores?”.
-Lamentó que haya delincuentes que hayan divinizado el dinero matando por la extorsión y peor todavía traficando con la muerte a través de la droga.
– Recriminó que en mayor o menor medida, estamos condicionados por la cultura dominante del tener y de buscar placer a cualquier coste.
El líder religioso insistió durante la misa que necesitamos ordenar en una jerarquía de valores, el dinero es importante, pero no puede convertirse en un dios, sino que debe servir para hacer el bien.
“Necesitamos volver a concentrarnos en los auténticos valores, viviendo la solidaridad, viviendo en compartir y este mensaje es especialmente para los fariseos, rompan con esa ambición de poder y de tener que puede estar ahí en sus corazones o con las necesidades exageradas de reconocimiento que los hacen esclavos, que los alienan de mil maneras, traten de ser libres de verdad y hoy no resulta tan fácil ser verdaderamente libres”, recriminó.
El cardenal aludió el pasaje bíblico en donde los fariseos se reunieron para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: “maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie, dinos qué te parece, ¿está permitido pagar el impuesto al César o no?”.
Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: “hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?, muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto. Ellos le presentaron un denario y Él les preguntó: ¿De quién es esta figura y esta inscripción?”.
Le respondieron: “del César” y entonces Jesús les dijo: “den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”.
No es la primera vez que Jesús se encuentra con personas que quieren tenderle una trampa. Su compromiso con la verdad y con la justicia hunde sus raíces en su experiencia de fe.
La respuesta de Jesús a los discípulos de los fariseos y a los herodianos no es fruto de la retórica ni de una habilidad discursiva. Su respuesta lleva a plantear qué imagen y qué experiencia de Dios sostienen la religiosidad y el compromiso con la realidad, señaló el líder religioso.
Añadió que con eso les está pidiendo algo más profundo, que renuncien al privilegio de colaborar con el imperio y explotar al pueblo, significa una ruptura radical, la moneda no es de Dios; Jesús ha invitado a devolver el dinero al César, a no utilizar esa moneda a no emprender una economía que diviniza al dinero, los seguidores de Jesús también.
En ese sentido, planteó que “necesitamos buscar una forma distinta de vivir y de organizarnos, sin que el dinero se convierta en un Dios, casi cada día vemos cuánto asesinato por la extorsión, es verdaderamente intolerable en una sociedad en que debemos respetarnos como hijos de Dios que hayan delincuentes que hayan divinizado el dinero de cualquier manera, matando por la extorsión y peor todavía traficando con la muerte a través de la droga y da tristeza cuánta gente cae, con cantidades enormes de dinero, que es dinero de sangre, es dinero de muerte y eso es haber cambiado al verdadero Dios por el dios dinero”.
Prosiguió que necesitamos ordenar en una jerarquía de valores, el dinero es importante, pero no puede convertirse en un dios, sino que debe servir para hacer el bien.
“Necesitamos volver a concentrarnos en los auténticos valores, viviendo la solidaridad, viviendo en compartir y este mensaje es especialmente para los fariseos, rompan con esa ambición de poder y de tener que puede estar ahí en sus corazones o con las necesidades exageradas de reconocimiento que los hacen esclavos, que los alienan de mil maneras, traten de ser libres de verdad y hoy no resulta tan fácil ser verdaderamente libres”, señaló el purpurado.
Recriminó que, en mayor o menor medida, estamos condicionados por el entorno, por la cultura dominante del tener y de buscar placer a cualquier coste, no podemos dejarnos arrebatar la libertad interior, por eso la segunda parte de la respuesta de Jesús, denle a Dios lo que es de Dios y no se trata simplemente de deberes religiosos, sino del verdadero señorío que se le ha robado a Dios.
“Ningún César, ningún ídolo, ningún diosecillo, ningún caudillo, ningún político puede ponerse a la altura de Dios; solo a Dios debemos servir a Él dar culto, Él es el Señor absoluto de nuestra vida, por eso a Dios debemos darle lo que es suyo, nuestro corazón, nuestro pensamiento, nuestro amor y cuando le damos a Dios lo que es de Dios, entonces entramos en un camino de verdadera libertad, de felicidad plena y de sentido para nuestra vida y ahí si podemos hacer todas nuestras actividades de nuestra vida e incluso la actividad política, ordenando una jerarquía de valores”, recalcó.
Agregó que devolverle a Dios lo que es de Dios, supone reconocer que sólo Él es el Señor de nuestra vida y devolverle un mundo más humano, un mundo más justo, un mundo más digno de vivir en él, su plan de amor, de justicia y de fraternidad como ha dicho el papa Francisco.
“El César de hoy llámense un gobernante, llámense instituciones, llámense políticos o instituciones económicas transnacionales, parece que se quiere imponer como los únicos poderes sobre el mundo, como la única realidad, qué César es el que gobierno hoy el mundo, en ese sentido, el Señor nos pide que salgamos del mundo de la injusticia, este Dios que se nos revela en Jesús como el único Señor, es solo amor y sólo Él puede hacernos libres de verdad”, enfatizó.
Preguntó a la feligresía ¿a quién estamos sirviendo?, ¿a quién le estamos pagando tributos?, o “de dónde se quiere sacar el dinero para pagar tributos, para comprar futuros votos, para comprar seguidores, por eso el papa nos ha dicho en su mensaje a la misión, la calidad que se expresa en la colecta de las celebraciones litúrgicas de este domingo tiene como objetivo apoyar la tarea misionera realizada en mi nombre por las obras misionales pontificias para hacer frente a las necesidades espirituales y materiales de los pueblos y de las iglesias del mundo entero, para la salvación de todos”, puntualizó.