Washington – Estados Unidos pondrá fin a partir de la próxima semana a la política de «captura y liberación» («catch and release», en inglés) de las familias centroamericanas indocumentadas que crucen la frontera sur y las devolverá a México o a sus lugares de origen.
Así lo anunció este lunes el secretario en funciones de Seguridad Nacional de EE.UU., Kevin McAleenan, quien anticipó que «con algunas excepciones humanitarias y médicas, el DHS (sigla en inglés del Departamento de Seguridad Nacional) ya no liberará unidades familiares de las estaciones de la Patrulla Fronteriza en el interior» del país.
Las autoridades definen unidades familiares o familias a individuos acompañados de un menor, un progenitor o un tutor legal.
El funcionario indicó que esto busca mitigar los «vacíos legales» que actúan como un «factor de atracción» para las familias indocumentadas que atraviesan la frontera, señaló un comunicado de su despacho que recogió partes del discurso del secretario en funciones en el centro de pensamiento Council Foreign Relations.
En la actualidad, muchas familias indocumentadas son dejadas en libertad en territorio estadounidense luego de cruzar la frontera sur sin papeles y entregarse a las autoridades estadounidenses para solicitar asilo.
Según la nota del DHS, si las familias inmigrantes no expresan temor a retornar serán devueltas rápidamente a su país de origen.
En el caso de que manifiesten temor de retornar, serán enviadas a México según los Protocolos de Protección de Migrantes (PPM).
La política estadounidense de PPM, más conocida como «Permanezcan en México», permite a Estados Unidos devolver al país vecino a aquellos indocumentados que llegan a la frontera y solicitan asilo (sin importar de dónde provengan) para que esperen allí a que se resuelvan sus casos en EE.UU., un proceso que puede durar años.
McAleenan apuntó que las familias constituyen «el mayor grupo demográfico por volumen que ha llegado a la frontera este año».
Según el DHS, las detenciones en la frontera con México «han alcanzado niveles récord este año».
El pasado 9 de septiembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) informó que 50.693 personas fueron detenidas en la frontera con México en agosto frente a las 71.982 de julio pasado.
De ese total, 25.057 conformaban una familia, mientras que las detenciones de adultos solos sumaron 21.907 en agosto y las de menores no acompañados 3.729.
En mayo, el total de detenidos y no admitidos ascendió a 144.255, cifra que superó las estadísticas mensuales de los últimos cinco años. En ese mes, fueron arrestadas 84.490 familias.