Washington, (EEUU) – El virtual candidato presidencial demócrata, Joe Biden, tiene un serio dilema: Diez mujeres están esperando que las llame. Y solo puede escoger a una.

La selección de la mujer que Biden escoja como candidata demócrata a la vicepresidencia podría tener fuertes implicaciones en Estados Unidos, en los próximos doce años.

El exvicepresidente Biden ha declarado que va a escoger a una mujer para ir juntos a las elecciones de noviembre y poder impedir la reelección del presidente republicano Donald Trump.

Los analistas políticos de esta capital han empezado a hacer hipótesis plausibles: ¿Podría Biden escoger a una latina para atraer al importante voto hispano? ¿O una de raza negra?

A Biden le encantaría tener como compañera a Michelle Obama, la ex Primera Dama, como ha reconocido públicamente. Pero sabe que ella no aceptaría. Pero esa es otra incógnita.

Ese “ticket” electoral, Biden-Obama, barrería a uno Trump-Pence, en caso que el mandatario escoja otra vez al actual vicepresidente.

Biden cumplirá 78 años en noviembre y si vence a Trump (no es seguro aún) se estima que sería un presidente de solo un mandato, ya que tendría 82 en el 2025.

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Por lo tanto, la vicepresidenta, que se habrá adiestrado muy bien en la Casa Blanca en esos cuatro primeros años, tendrá las mejores posibilidades de ser la candidata presidencial demócrata en las elecciones del 2024.

Y si gana la presidencia (sería la primera mujer en lograrlo), podría estar en la Casa Blanca, con una reelección por medio, hasta 2032.

Ahora mismo, hay diez candidatas en juego, pero solo tres son las que más posibilidades tienen y por este orden: las senadoras Kamala Harris (mestiza de California, de padre de Jamaica y la madre, de la India), Elizabeth Warren (Massachusetts) y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.

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Las senadoras Kamala Harris (Por California) y Elizabeth Warren (por Massachusetts).

Las dos primeras (Harris y Warren) son brillantes en la contienda dialéctica política. El impasible vicepresidente Trump se vería en serios apuros en un debate televisado.

La campaña electoral de Trump, según varios analistas políticos, le teme a Harris, pero estaría encantado que Biden escoja a Warren.

¿La razón? La senadora de Massachussets es la más de izquierda de todas las candidatas y a veces se deja fotografiar con el puño en el alto. Es la que más seguidores jóvenes tiene.

Warren sería un fácil blanco para que Trump, como Pence,  la acusen de “introducir el socialismo” en Estados Unidos, asustando a los votantes conservadores.

Pero hay dos latinas en esa lista de diez que son, para mí, las “dark horses”: La senadora por Nevada, Catherine Cortez Masto y Michelle Luján Grisham, gobernadora de Nuevo México. Ambas de origen mexicano.

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La senadora Catherine Cortez Masto (por Nevada) y Michelle Luján Grisham, gobernadora de Nuevo Mèxico,haciendo alarde ser latina.

(Lo explico: “dark Horse” es un término muy usado en la política norteamericana. El símil es qué en una carrera de caballos, hay uno al que nadie apuesta, pero es el que luego llega de primero, inesperadamente).

Cortez Masto o Luján Grisham podría acarrearle el importante voto hispano del país y, tal vez, el del suroeste de la nación. El problema es que no son muy conocidas a nivel nacional.

En una reciente encuesta de la CBS NEWS entre los votantes demócratas, un 71 por ciento indicaron que Biden debería escoger a la senadora Warren, un 59 por ciento a Harris y un 50 por ciento a Stacey Abrams, ex candadita a gobernadora de Georgia.

Michelle Obama no estaba en la lista de la encuesta, pero al preguntárselos por separado, un 64 por ciento dijeron que Biden debería escogerla, si ella quiere.

La ex primera dama podría dar un vuelco a esta campaña y elevar al máximo las posibilidades de Biden.

Y si gana en noviembre, es fácil pronosticar que ella sería la gran estrella de esa presidencia y no el presidente.  Como lo fue ella, como Primera Dama, en los ocho años de su marido, Barak Obama, en la Casa Blanca (2009-2017). Mi impresión es que si gana Biden, no será por sus propios méritos. Podría ser un voto de castigo contra Trump por el mal manejo de la crisis del coronavirus y de la recesión que viene.

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El ex presidente Barak Obama, la ex Primera Dama Michelle Obama, el ex vicepresidente Joe Biden y su esposa Jill Biden,en una gala, en 2012, en la Casa Blanca. (Foto- Official White House photo- Lawrence Jackson).

Las otras candidatas son: Amy Klobuchar (senadora por Minnesota), Tammy Duckworth, (senadora por Illinois, de origen asiático y quien perdió las dos piernas en la guerra de Irak), Tammy Balwin (primera senadora “gay”, por Wisconsin), Stacey Abrams (ex candidata a gobernadora de Georgia) y Susan Rice (de raza negra y ex embajadora ante las Naciones Unidas).

Chris Cillizza, editor político de la cadena CNN, ha escogido a Duckworth como su “dark horse”.

TammyTammy Duckworth es la única senadora que va a trabajar al Senado sin sus dos piernas. Estas le fueron amputadas cuando el helicóptero Blackhack donde era la copiloto, fue derribado en la guerra de Irak, en 2004, por una granada impulsada por un cohete. Usa, sin esconderlas, dos prótesis ortopédicas para caminar. Tiene 52 años, es de origen asiático y madre de dos niñas pequeñas. (Foto EPA EFE).

Pero Biden tiene que resolver ante la acusación de acoso sexual que le ha lanzado Tara Reade, ex asistente suya en el Senado. Ella alega que en 1993, y en un pasillo del edificio, Biden la besó y la penetró vaginalmente con sus dedos, sin su consentimiento. Él lo niega tajantemente.

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Tara Reade,ex asistente de Biden en el Senado, lo ha acusada de acoso sexual en 1993. El lo niega. (Foto Liberty Unyielding-Youtube).