Tegucigalpa – El Banco Mundial informó este viernes de la aprobación de un crédito por 30 millones de dólares para un proyecto para mejorar la calidad de los servicios de educación prebásica en Honduras.
La iniciativa, beneficiará a unos 178.400 niños de entre 3 y 6 años y brindará herramientas pedagógicas y programas de formación a 7.900 docentes de ese nivel educativo, indicó en un comunicado la oficina del Banco Mundial (BM) en Tegucigalpa.
El proyecto “Mejoramiento de la calidad en la educación prebásica” será implementado por la Secretaría de Educación de Honduras, con el objetivo de fortalecer sus propias capacidades institucionales, añadió.
El programa incluye el desarrollo y aplicación de un Modelo de Gestión de Educación Prebásica (MEP) para «proveedores» de ese nivel educativo, así como optimizar las prácticas pedagógicas de docentes en los tres grados de la educación prebásica y llevar a cabo mejoras en los centros de enseñanza.
«Invertir en la educación prebásica es fundamental para el desarrollo infantil y de las futuras generaciones de Honduras, pero también es vital para mejorar las condiciones de vida y las oportunidades futuras de la población», dijo la ministra hondureña de Finanzas, Rocío Tábora.
El proyecto también apoyará la actualización del diseño curricular para las modalidades de educación prebásica y mejorará las prácticas de enseñanza en Centros de Educación Prebásica y Centros Comunitarios de Educación Prebásica.
Además, proporcionará materiales de aprendizaje y apoyará la implementación de prácticas pedagógicas mejoradas para el aprendizaje infantil, incluido el desarrollo profesional de docentes y educadores, según la información oficial.
Los recursos permitirán también construir, rehabilitar o ampliar 224 aulas de centros públicos de educación prebásica, con el propósito de «asegurar condiciones de acceso y calidad para fomentar el aprendizaje».
Las intervenciones incluyen además procesos de participación comunitaria para garantizar el empoderamiento local, la participación de la comunidad educativa, la auditoría social y la sostenibilidad de las obras físicas.
El proyecto es el primero en el sector educativo que incluye Indicadores Vinculados a Desembolsos, una modalidad basada en resultados que se utiliza para alcanzar «metas verificables» y mejorar el rendimiento de la operación.
«La inversión en la educación prebásica es esencial para posicionar a los más pequeños en una senda de mayor prosperidad. Este esfuerzo va a ayudar a que los niños y niñas en Honduras alcancen su potencial pleno y permita aumentar su competitividad futura y la del país», dijo el representante residente del Banco Mundial en Tegucigalpa, Boris Weber.
Agregó que apoyar la educación prebásica en el país centroamericano «será clave para incrementar sus oportunidades de desarrollo».
La iniciativa recibirá financiación de la Asociación Internacional de Fomento, que forma parte del Grupo Banco Mundial, así como una subvención de 9,5 millones de dólares aprobada en enero de 2020 por la Alianza Mundial para la Educación.
El préstamo tiene un plazo de vencimiento de 25 años, y un período de gracia de cinco años, precisó el Banco Mundial.