Washington – La economía mundial puede anotar una recuperación de hasta el 4 % en 2021, liderada por China e impulsada por los avances en la distribución de las vacunas contra la covid-19, tras la contracción del 4,3 % de 2020 por la pandemia, pronosticó este martes el Banco Mundial (BM).
No obstante, el organismo advirtió de la enorme «incertidumbre» existente, por lo que matizó que en un escenario negativo «en el que los contagios sigan aumentando y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría limitarse al 1,6 % en 2021».
«El colapso de la actividad económica mundial en 2020 ha sido ligeramente menos grave de lo que en un principio se había proyectado, debido principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido menos pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más sólida de lo anticipado», indicó el BM en su informe de «Perspectivas Económicas Mundiales».
En las economías avanzadas, una incipiente recuperación se estancó en el tercer trimestre tras el resurgimiento de los contagios, lo que apunta a una recuperación lenta y difícil.
Se prevé que el PIB de Estados Unidos se expandirá un 3,5 % en 2021, después de una contracción estimada del 3,6 % en 2020; mientras que en la zona del euro, se prevé un crecimiento este año un 3,6 %, tras un descenso del 7,4 % en 2020.
China, por su lado, se mantendrá a la cabeza de la recuperación ya que el BM estima una expansión del 7,9 % este año, tras el crecimiento del 2 % el año pasado.
En América Latina, una de las regiones más golpeadas económicamente por la crisis, las previsiones sitúan un crecimiento de la actividad en un 3,7 % en 2021, después de la caída del 6,9 % en 2020 «a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas».
«Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas se enfrentan a desafíos enormes -en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales- al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso», afirmó David Malpass, presidente del organismo, en una conferencia telefónica.