Tegucigalpa – El cambio climático influye en la migración de los hondureños, que en las últimas cuatro décadas ha aumentado un 3.000 %, por lo que el Estado debe garantizar educación y salud a su población y apostar por erradicar la corrupción y la impunidad para atraer inversiones, alertó la organización Oxfam.
«Repetidos ciclos de sequía desde hace más de diez años han hecho cada vez más vulnerables los medios de vida en el Corredor Seco», que comunica parte de la región suroccidental con el centro del país, dijo a Efe el representante de Oxfam en Honduras, George Redman.
Señaló que Oxfam venía dando «una respuesta a la sequía» en el Corredor Seco, cuando el país fue azotado primero por Eta a principios de noviembre pasado y, dos semanas después, por Iota.
«Estos fenómenos impactan, agravados por el cambio climático, que también está empujando a familias, en este caso del Corredor Seco, a migrar», subrayó.
Miles de hondureños salieron a mediados de enero en caravana con la idea de llegar a EE.UU. en busca de mejores condiciones de vida y escapar de la pobreza y la violencia en el país, flagelos que se han agudizado por la crisis derivada de la covid-19 y los daños causados por Eta e Iota.
Sobre la represión en Guatemala contra miles de migrantes hondureños que pretendían llegar a Estados Unidos en caravana, dijo que es una «violación de los derechos humanos de los migrantes que no se puede aceptar y no se debería de dar».
La migración de hondureños ha aumentado en un 3.000 % en las últimas cuatro décadas, pues en 1980 en EE.UU. vivían 39.000 nacionales y en 2019 subió a 1,2 millones, según el estudio «Cultura del Destierro: Causas y consecuencias de la migración hondureña (1980-2020)», elaborado por Oxfam y el Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh, privado).
A pesar de la invisibilización, en los últimos años ha aumentado también la migración de mujeres por la pobreza, el desempleo, la violencia y la reunificación familiar, añadió Redman.
En Honduras no existen iniciativas orientadas a prevenir la migración femenina, pues el Instituto Nacional de la Mujer y el programa Ciudad Mujer no disponen de una «visión integral» para atender a las migrantes y tampoco han podido consolidar un enfoque de género dentro de las políticas públicas, según el estudio.
COMBATIR CORRUPCIÓN Y REDUCIR EXONERACIONES
Las causas de la migración «no son problemas que se pueden fácilmente resolver en uno, dos, ni siguiera en tres períodos de Gobierno, son proyectos de largo plazo, pero en algún momento hay que empezar”, señaló Redman.
Según Oxfam, la decisión de migrar solo o en caravana es comprensible en el contexto actual de Honduras, donde el 65 % de los 9,3 millones de habitantes vive en condiciones de pobreza, 3,4 millones de personas tienen problemas de empleo y el país registra un promedio de once homicidios diarios.
El representante de la organización humanitaria abogó por reducir las exoneraciones otorgadas a grandes empresas en Honduras y buscar mecanismos para que esos incentivos se traduzcan en generación de empleo.
Honduras pierde anualmente, según cifras oficiales, unos 40.000 millones de lempiras (unos 1.650 millones de dólares) a causa de los incentivos a empresarios.
«Nos llama fuertemente la atención que hay grandes exoneraciones para empresas grandes, pero no vemos el mismo trato, los mismos privilegios para el sector de la agricultora familiar o la micro y pequeña empresa», subrayó.
Destacó la importancia de invertir en el sector agrícola, uno de los que genera mayores empleos, y en las micro y pequeñas empresas (MiPymes).
«Un verdadero combate a la corrupción reduciría esas pérdidas y generaría una mayor capacidad de recursos para impulsar políticas necesarias» para reducir las causas que obligan a miles de hondureños a migrar de manera irregular, subrayó.
EDUCACIÓN Y SALUD
Honduras debe generar bienestar, lo cual pasa por tener una población con «altos niveles de educación y salud», señaló Redman, quien indicó que en el país desde 2010 se asignan «cada vez menos» recursos para esos dos sectores.
Aseguró que el modelo neoliberal «no ha logrado generar empleo en Honduras con la escala necesaria para reducir el subempleo y desempleo».
La corrupción, un flagelo arraigado en Honduras desde hace más de un siglo, y la impunidad, «hacen que la inversión no llegue» a Honduras, subrayó.
Señaló además que hay que «resolver esos dos problemas (corrupción e impunidad), que sabemos que tienen muchos años de vida en Honduras», pues en el último año «vemos tendencias preocupantes (y) hacen que muchas empresas, sobre todo las internacionales, no vean en Honduras una oportunidad de inversión segura».
En Honduras hay un «desencanto con la democracia y la desconfianza de gran parte de la ciudadanía hacia las instituciones del Estado, porque no les han dado una respuesta sobre reducción de pobreza, generación de empleo y servicios públicos de calidad que generan capacidad y oportunidades», enfatizó.
La desconfianza «dificulta mucho sanar las heridas, reducir la polarización que hay en el país para lograr un mínimo pacto social y económico sobre cómo se van abordar estos problemas», señaló.