Washington – El Gobierno prorrogó 18 meses el Estatus de Protección Temporal (TPS) para Siria, que ampara a unos 6.700 inmigrantes de ese país, por la persistencia de las condiciones de conflicto armado que llevaron a conceder el beneficio migratorio en marzo de 2012, lo que anticipa un cambio de actitud con respecto a la administración de Donald Trump.
El anuncio lo hizo el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacionakl (DHS, en inglés), David Pekoske, quien indicó que la medida permitirá también que otros 1.800 sirios puedan solicitar los beneficios de esta protección migratoria.
Este beneficio, que ahora estará vigente hasta septiembre de 2022, vencía el próximo 31 de marzo tras haber sido prorrogado en agosto de 2019 por el Gobierno Trump.
«La guerra civil en Siria sigue mostrando ataques deliberados contra civiles, el uso de armas químicas y tácticas de guerra irregular, así como el uso de niños soldados», indicó el DHS en un comunicado.
La guerra también ha provocado una necesidad de asistencia humanitaria permanente, un aumento de refugiados y desplazados, inseguridad alimentaria, acceso limitado al agua y a la atención médica y enorme destrucción de infraestructura, «condiciones que impiden que los ciudadanos sirios regresen a salvo», agregó.
El TPS es un programa migratorio creado en 1990 con el que Estados Unidos concede permisos de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
Actualmente el programa ampara a ciudadanos de diez países -El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Yemen-, pero la protección en el caso de El Salvador, Haití, Honduras y Nicaragua expiran el 4 de octubre.
Durante décadas, Estados Unidos renovó de manera automática por periodos de 18 meses el TPS, pero el Gobierno de Trump decidió reevaluar las condiciones que justificaron la concesión del programa país por país.
Este es el caso del TPS para Sudán, El Salvador, Nicaragua y Haití, que fue suspendido por Trump, pero un juez de apelaciones de California bloqueó esa decisión en octubre de 2018.
Trump había ordenado a los beneficiarios del TPS -unos 263.000 salvadoreños, 86.000 hondureños, 58.000 haitianos, 5.300 nicaragüenses y un millar de sudaneses- que prepararan «su salida» de EE.UU. o buscaran una alternativa migratoria legal.
Estados Unidos concedió el TPS a Siria en marzo de 2012, un año después del estallido del conflicto armado interno y antes de la irrupción del Estado Islámico (EI).
Cuando el Gobierno de Barack Obama extendió el TPS para Siria, en 2016, justificó que «exigir el retorno de esos nacionales a su país de origen supondría una grave amenaza para su seguridad personal».
Trump, que durante su campaña en 2016 mantuvo una política hostil hacia los inmigrantes y refugiados sirios, intentó desde la Casa Blanca prohibir permanentemente la entrada al país de los ciudadanos de ese país con un veto migratorio, que también fue bloqueado en los tribunales.