Washington – Estados Unidos anunció este viernes la inclusión al Banco Financiero Internacional S.A. (BFI), en la «lista negra» de empresas cubanas con las que los estadounidenses tienen prohibido llevar a cabo transacciones, en un intento de apretar el yugo a la cúpula militar de la isla.

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, reveló en un comunicado la nueva sanción a Cuba, que se enmarca en una escalada de la presión a la isla antes de que el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, ceda el poder el 20 de enero al mandatario electo, del demócrata Joe Biden.

«El BFI es un banco comercial controlado por los militares cubanos, que se benefician directamente de las transacciones financieras a expensas del pueblo cubano», aseguró Pompeo en un comunicado.

La medida se hará efectiva «a principios de enero», una vez que el Departamento de Estado publique la en su web la versión actualizada de la Lista Restringida de Cuba, explicó Pompeo, sin especificar una fecha concreta.

El Gobierno de Trump ha intentado elevar al máximo la presión al poderoso conglomerado militar Gaesa, que gestiona las joyas económicas de Cuba, como el turismo, el comercio y el petróleo.

En 2016, Gaesa tomó las riendas del Banco Financiero Internacional, y desde entonces «usa el papel clave del BFI en el sistema cambiario para proporcionar acceso preferente a los militares y las compañías estatales, asegurarse tasas de cambio ventajosas y financiar proyectos controlados por el Gobierno que enriquecen al régimen», alegó Pompeo.

«Los beneficios extraídos de estas operaciones benefician desproporcionadamente a los militares cubanos, en lugar de a los emprendedores independientes cubanos, lo que contribuye a ampliar la represión del pueblo cubano y financiar la interferencia de Cuba en Venezuela», aseguró el secretario de Estado.

Aunque Pompeo no lo confirmó, es posible que la sanción a BFI responda a las recientes resoluciones aprobadas por el Gobierno cubano para favorecer la importación y exportación del sector no estatal, que otorgaban un papel importante a ese banco.

Según un informe publicado en diciembre por The Havana Consulting Group, una consultora afincada en Miami, cualquier emprendedor cubano que se plantee adentrarse en un negocio de importación o exportación de productos o servicios en la isla tendría la obligación de abrir una cuenta bancaria en el BFI, controlado por Gaesa.

Las sanciones que Trump ha impuesto durante sus cuatro años en el poder sobre sectores estratégicos de Cuba han deteriorado la ya maltrecha economía cubana, que atraviesa su peor crisis en tres décadas.

En las menos de tres semanas que les quedan en el poder, Trump y Pompeo evalúan propinar un último revés a Cuba y devolverla a la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, de la que la isla salió en 2015 durante el deshielo con el anterior Gobierno de Barack Obama.

La dura política de Trump hacia Cuba tuvo mucho que ver con su intento de conquistar el voto los estadounidenses de origen cubano y venezolano en el estado clave de Florida, y esa última medida podría ser un gesto de agradecimiento por el apoyo que le dieron en las elecciones de noviembre.

Biden ha prometido descongelar el proceso de acercamiento a la isla que inició Obama y revertir muchas de las sanciones que Trump ha impuesto a Cuba, pero no está claro si deshará todas las restricciones ni cuándo pueden esperarse esos cambios.