Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla)- En el sector económico el actual gobierno inició el 2022 con advertencias de que tanto la situación externa por la guerra Rusia Ucrania y la inflación, así como factores internos y la continuidad de la pandemia estarían frenando el crecimiento económico y por tanto la recuperación económica no sería nada fácil.

– Más retos que aciertos presenta la administración en el 2022.

Las proyecciones de menor crecimiento y problemas como inflación, hambruna, y menor crecimiento económico en la región, también las expusieron desde comienzos de año organismos internacionales como Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI), BID y Cepal.

Con ese contexto el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, inicia con el nombramiento del gabinete económico con Rixi Moncada como ministra de Finanzas, esa fue una de las primeras sorpresas, primero porque se había anunciado que no nombrarían personas que no fueran especializados en el área.

También se consideró por parte de los expertos un desacierto el nombramiento de funcionarios en puestos claves del sector económico como en Aduanas y en la SAR.

De inmediato la ministra Rixi Moncada, presentó un panorama completo de como encontraba las finanzas del país anotando que encontraba las arcas del Estado en ruinas, según entendidos en la materia uno de los primeros errores ya que estaban dando un mensaje equivocado de insolvencia a la comunidad internacional, y uno de los primeros motivos por los que luego se disparó el porcentaje de riesgo país, que en meses próximos alcanzaría niveles más altos.

Desde el inicio en su discurso inaugural la presidenta Xiomara Castro quiso honrar la promesa y anunció el subsidio de la energía eléctrica.

Las primeras presiones

De inmediato se sumaron problemas como el conflicto político por el nombramiento de dos juntas directivas en el Congreso Nacional, el sector privado salió al paso a señalar que la inestabilidad política ahuyenta la inversión y deteriora la imagen de competitividad del país.

Asimismo, vinieron las presiones laborales, tanto de empleados despedidos del sector público como de los que querían entrar, metiendo presión en Finanzas.

En los primeros días de Gobierno los altos precios de los combustibles influenciados por el mercado internacional presionaban la promesa de campaña de subsidiar los precios de los derivados del petróleo, pero desde el inicio en su discurso inaugural la presidenta Xiomara Castro quiso honrar la promesa y anuncio el subsidio tanto de los combustibles como de la energía eléctrica.

Medidas económicas que fueron bienvenidas por un gran segmento de la población, pero vistas con recelo por el sector privado, sobre todo el subsidio de energía, los empresarios criticaron la medida no por estar en contra de ayudar a los más necesitados, sino en la mala focalización de los mismos, y que más bien vienen a deteriorar la economía para el caso de las Mipymes.

Otra de las presiones que enfrentó el Gobierno y que salió airoso, fue la derogación de las ZEDEs, en lo que los economistas consultados, coincidieron que también es un tema económico porque son modelos de atracción de inversiones que laceraban la Constitución de la República y todo el entramado del Estado de Derecho; y causó mucho ruido e incertidumbre para los inversionistas.

Casi al final del año, una de las Zedes, la Próspera de Roatán anunció la intención de demandar al Estado de Honduras por más de 10 mil millones de dólares por incumplimientos de acuerdo de seguridad jurídica, tras intentar negociar con el gobierno una salida a la situación de la compañía y sus inversionistas.

Una de las principales controversias del Gobierno con el sector privado se dio con la derogación de la Ley del Empleo por Hora.

Gran aumento en el Presupuesto en un país sin fondos

Los primeros días del mes de abril el actual gobierno aprobó un aumento de 52 mil millones de lempiras en el Presupuesto General de la República, y anunció que una parte se financiaría con las reservas internacionales del Banco Central de Honduras (BCH), equivalente a 1,000 millones de dólares. Ese financiamiento con las reservas no fue bien visto por algunos técnicos en la materia.

De igual forma se criticó que como un país que ellos mismos dijeron que estaba en quiebra se receta tal aumento en el Presupuesto, por lo que los expertos concluyen que los recurrentes incrementos de no se reflejan en nada en la calidad de vida de los hondureños.

Temas álgidos con el sector privado

Una de las principales controversias del Gobierno con el sector privado se dio con la derogación de la Ley del Empleo por Hora, ya que ellos pedían algunas reformas ya que con esa medida se beneficiaban miles de hondureños, pero la petición no fue escuchada y la Ley se derogó en su totalidad.

El sector privado sentenció que dicha medida traería efectos devastadores en el sector económico y laboral, y todavía están a la espera de la aprobación de una nueva normativa que permita compensar el daño, pero no ha tenido eco en el Congreso Nacional y continúa el vacío.

Aparte de la renegociación de algunos contratos de energía, pocos o nada han sido los avances.

Sector energético, sin visos de solución

En el sector energético el Gobierno ha dado algunos intentos, como la renegociación de contratos y la aprobación de la Ley Especial para garantizar el servicio de energía eléctrica como un bien público de seguridad nacional y un derecho humano de naturaleza económica y social,

Según los legisladores, el objetivo de la normativa, es rescatar de la quiebra a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), revisar y renegociar los contratos con generadores y buscar garantizar el acceso a la energía.

No obstante, aparte de la renegociación de algunos contratos de energía, pocos o nada han sido los avances y la ENEE, sigue hundiéndose y presionando las finanzas del Estado, apuntan los expertos.

Inflación, déficit, poca inversión extranjera y más importación

Si bien es cierto que el contexto internacional ha sido desfavorable y ha contribuido a que se dispare la inflación en el país, también es cierto que las políticas internas no han ayudado y la inflación se cifra en sus niveles más altos, apuntan los economistas que ven con recelo que no se están tomando las medidas adecuadas para paliar de alguna manera el alto costo de la vida y evitar que el índice inflacionario siga en escalada.

Expertos en materia económica destacan que a finales del 2022 la inflación en Honduras rondará el 10 % y para el 2023 el tema de la inflación continuará afectando de manera directa a la población.

Remesas sostén de la economía

Las remesas siguen siendo el sostén de la economía nacional, una doble cara sostienen algunos analistas, ya que ese amable porcentaje de fondos provenientes del extranjero es debido a la migración de la que han sido víctimas los compatriotas.

La cantidad es tan favorable que ya supera las exportaciones, sostienen economistas.

Según el último informe del Banco Central de Honduras (BCH), el país recibió 7.933,2 millones de dólares de sus connacionales en el extranjero entre enero y noviembre de 2022, un aumento de 18,9 % respecto al mismo periodo de 2021, informó este miércoles el Banco Central (BCH).

El mismo detalle indica que el envío de remesas en los primeros 11 meses de este año fue superior a los 6.669,8 millones de dólares del mismo lapso de 2021.

Las remesas recibidas este año superan el total de dinero recibido en todo 2021, 7.370 millones de dólares, por lo que se prevé que este 2022 será un nuevo año récord.

El gobierno fijó el precio máximo a 40 productos de la canasta básica alimenticia.

Fijación de precios ¿alternativa a la inflación o medida equivocada?

El gobierno fijó el precio máximo a 40 productos de la canasta básica alimenticia, con el argumento de frenar la especulación de precios y frenar la inflación; no obstante, el sector privado y asociaciones de protección al consumidor, difieren con la medida y consideran que lejos de ayudar es dañina para la economía nacional, y lo han considerado un desacierto.

La Inversión Extranjera Directa (IED) de Honduras ha sufrido su mayor contracción en los últimos años, y no hay indicios de que haya mejoría porque el ambiente de mercado en el país no parece favorable.

Las proyecciones optimistas para el presente año, apuntan a que apenas el país alcanzará una recepción de 700 millones de dólares. Pero lo más lamentable es que lo poco que hay en IED, corresponde a la reinversión, mientras el capital nuevo no está llegando, y por ello el deterioro en el total de la Inversión Extranjera Directa es notorio.

La situación está de mal en peor dicen los economistas porque antes se recibían en IED entre 1,100 a 1,200 millones de dólares, los últimos años ha venido disminuyendo a sólo recibir entre 500 y 600 millones de dólares, que es lo que se esperaría también para este año.

Por otra parte, el déficit comercial de Honduras sumó 7.386,4 millones de dólares hasta octubre, lo que supone un 16,7 % más con relación al mismo periodo de 2021, como consecuencia del alza de las importaciones de combustibles, lubricantes y energía eléctrica, según fuente oficial.

En cuanto a las exportaciones de acuerdo a las cifras detalladas por el Banco Central de Honduras (BCH), subieron un 21,9 %, hasta 5.311,2 millones de dólares, mientras que las importaciones se incrementaron un 18,9 %, hasta 12.697,7 millones.

Deterioro de sectores productivos e inseguridad jurídica y más

La reactivación económica en Honduras se ha puesto cuesta arriba en los últimos años, ya que hay muchos factores que han jugado en contra y han venido a dañar aún más sectores que ya venían deprimidos.

Los sectores productivos siguen sin despegar y en 2022, no fue lo esperado, ya que según fuentes de estos sectores no ven planes concretos del gobierno que puedan permitir mejoras, por otra parte, los embates de la naturaleza a falta de obras de infraestructura definitivas siguen causando estragos en los cultivos y provocando enormes pérdidas.

La ministra de Finanzas, Rixi Moncada, dijo que están cerrando el 2022 “con éxito.

Después del deterioro por la pandemia vino Eta y Iota y este año la tormenta tropical Julia, y datos revelados por el gobierno y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), indicaron un balance de pérdidas entre los 1,500 y 1,800 millones de lempiras solo en el sector agrario.

A ese deterioro se suman altísimos costos de producción, falta de financiamiento, capacidad tecnológica, precios de mercado justos y políticas de adaptación al cambio climático.

A lo anterior se suman los conflictos y pérdidas millonarias por la inseguridad jurídica marcada este año por la agudización de invasiones de tierra particularmente en la zona noratlántica y sur de Honduras.

El sector privado ha reiterado a las autoridades la atención en este tema porque merma la competitividad con la mala imagen y se incrementa la inseguridad jurídica y se incrementa el deterioro económico del país.

Más de lo mismo con nuevo Presupuesto General 2023

En el primer año de Gobierno la lectura de los expertos indica un inestable comienzo en materia económica y más de la misma receta de gobiernos anteriores en cuanto a una pobre ejecución presupuestaria e indisciplina fiscal, pero en contraste un incremento en el Presupuesto General de la República, sin claridad en el financiamiento y la distribución adecuada para los sectores prioritarios como salud, educación y para inversión.

Mientras la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, dijo que están cerrando el 2022 “con éxito aunque no le guste a mucha gente y aunque están siempre en la crítica, que nosotros la aceptamos porque estamos cerrando 2022 con éxito”, reiteró al tiempo que dijo que las contrataciones de los créditos que Finanzas gestionó y que se trabajaron  con cada uno de los entes Internacionales ni siquiera  llega al 4 % del interés porque lograron contratar en valor  absoluto del 3.6 % de interés, mientras habían recibido una deuda dónde hay contrataciones hasta el 13 % de interés.

De igual forma destacó que han conseguido en varios casos de los fideicomisos bajar la deuda, bajar los intereses que se mantenían entre el 13 % hasta el 7 %, “porque hemos podido hacer eso porque se puede trabajar con decencia y se puede trabajar con honestidad” cerró.

La deuda pública hondureña baja 2,7% a octubre, porcentaje que significa hasta 8,939 millones de dólares, lo que supone un 2,7 % menos al registrado en el mismo periodo del año anterior, según los datos publicados por el Banco Central (BCH).

Para el 2023 el panorama también pinta en gris para la economía mundial con avisos de una posible recesión, lo que matiza en un gris más oscuro para las economías en desarrollo y las proyecciones de los organismos especializados nuevamente no son nada alentadoras ya que se pronostica estancamiento, mayor inflación, menos crecimiento y persisten las advertencias incluso de hambrunas.

Con ese horizonte, versados en el tema económico sugieren que el gobierno deberá ser más eficiente en el gasto y en la fijación de prioridades, deberá tener mayor disciplina fiscal, respeto a la seguridad jurídica, mayor acercamiento con los distintos sectores y cooperantes y emprender proyectos de desarrollo sostenibles que reduzcan la pobreza, así como mantener la vista puesta en el combate a la corrupción. JP