Tegucigalpa – Monseñor Miguel Lenihan, arzobispo de la arquidiócesis de San Pedro Sula, norte del país, expresó este día que la Iglesia es la primera en ayudar a los migrantes, pero pidió entender que deben ser los gobiernos quienes brinden esta ayuda.

Apuntó que el gobierno debe proveer artículos de primera necesidad a todo migrante que llegue al país indistintamente de su estatus migratorio.

Al respecto, denunció que existe mucho maltrato para los migrantes en las fronteras de los distintos países de la región.

“La Iglesia es la defensora más grande de los migrantes en todos los países, pero los gobiernos deben tomar en cuenta que no solo es trabajo de la iglesia”, manifestó el religioso.

En ese orden, exhortó al gobierno hondureño a asumir un mayor compromiso con el tema migratorio ya que el país no solo es de tránsito de migrantes sino también de origen de la migración.

Cabe señalar que Honduras ha afrontado en las últimas semanas la llegada masiva de migrantes a la zona oriental del país.

Producto de la llegada masiva también existe una gran concentración de migrantes en las salidas terrestres del país.

La anterior situación ha causado la incomodidad de muchos hondureños quienes se ven afectados por las necesidades de los migrantes.

Sin embargo, a causa de una amnistía migratoria los migrantes extranjeros no deben permanecer por muchos días en la nación ya que se les otorga un salvoconducto que les permite transitar sin obstáculos.

No obstante, el transporte para cruzar el país desde el oriente hasta el occidente cuesta en promedio 40 dólares, dinero con el que en muy pocas ocasiones cuentan los migrantes.