A person on a stretcher is brought into the emergency room at Elmhurst hospital center, which has seen a large proportion of the city's coronavirus related deaths, in Queens, New York, USA, 26 March 2020. EFE/EPA/JUSTIN LANE

Los Ángeles – Los inmigrantes representan una sexta parte de la fuerza laboral del sector sanitario en Estados Unidos, destaca un reporte publicado este jueves por la fundación New American Economy sobre el grupo de trabajadores que lidia directamente con el COVID-19.

El reporte Immigration & COVID-19 fue revelado justo el día en que el país confirmó que tiene el mayor número de casos confirmados de coronavirus en el mundo al llegar a 82.404 diagnosticados.

Los investigadores encontraron que 16,5 % de todos los trabajadores de la salud son inmigrantes. La proporción aumenta cuando se habla de los trabajadores de la salud que prestan ayuda en los hogares de los pacientes, pues 36,5 % de estos empleados son inmigrantes, destaca el análisis.

El estudio reveló que 28,7 % de los médicos del país son inmigrantes, como lo son 32 % de los psiquiatras, 19,7 % de los cirujanos y 13,6 % de los terapeutas respiratorios.

Asimismo, las enfermeras registradas que son inmigrantes representan el 15,7 % del total, y de los asistentes de enfermería 22% nacieron en otro país.

Según el estudio, estos números destacan el aporte de la mano inmigrante en la batalla contra el COVID-19 y cómo la falta de acceso a suministros y equipo de protección personal para trabajadores de la salud, así como de mejores medidas para minimizar la exposición, está llevando a doctores y enfermeras del país a sentir temor por un posible contagio.

Sindicatos que agrupan a trabajadores alrededor del país están exigiendo más protección para evitar los contagios.

Recientemente los trabajadores de la salud en Nuevo México exigieron al Gobierno más medidas de protección durante esta crisis. Un sindicato que representa a 9.000 trabajadores en todo el estado dijo que necesitan acceso a más suministros y equipos de protección, y desean que los empleados con pacientes críticos reciban un 25 % adicional de pago durante la emergencia.