Mezcalapa (México) – Miembros de la Guardia Nacional mexicana y el Instituto Nacional de Migración (INM) interceptaron este sábado a 156 migrantes centroamericanos que viajaban hacinados en un «tractocamión» en la carretera federal de Chiapas, estado de la frontera sur.

Las autoridades migratorias informaron que viajaban apilados 147 guatemaltecos y nueve hondureños, quienes iban en un tráiler acoplado a un semirremolque de redilas en el municipio de Mezcalapa, que se localiza sobre la cuenca del río Grijalva.

El operativo, que los funcionarios llamaron «rescate», se realizó sobre la carretera Las Choapas-Ocozocoautla, donde el conductor del camión intentó evadir a los agentes cuando le solicitaron que detuviera su marcha, según detallaron los elementos de la Guardia Nacional.

Por ello, los agentes federales maniobraron para alcanzarlo metros más adelante, donde dos personas bajaron del vehículo y se dieron a la fuga, aunque al final uno de ellos fue interceptado.

Cuando los funcionarios se aproximaron a la unidad para efectuar una inspección de seguridad escucharon voces de auxilio en el área de carga y observaron que en el camarote viajaban decenas de personas en condiciones de hacinamiento.

Los centroamericanos presentaban signos de deshidratación, pero una vez que se les proporcionó agua y recibieron atención médica, los agentes migratorios los trasladaron a las instalaciones del INM.

Ahí podrían recibir asistencia consular, pero tras acreditarse su nacionalidad las autoridades anunciaron su deportaración a sus países en un proceso que llaman «retorno asistido».

La detención de los centroamericanos ocurre el día en el que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, anunció que el lunes planteará en la reunión virtual con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, un acuerdo para que trabajadores puedan migrar a ese país norteamericano de forma legal.

«Vamos a tratar este asunto. Y es: ‘a ver, ustedes van a necesitar para crecer, para producir, trabajadores mexicanos y centroamericanos’, vamos mejor ordenando el flujo migratorio, legalizándolo para darle garantía a los trabajadores, que no arriesguen su vida, que se protejan los derechos humanos», dijo.

Aunque López Obrador presumía de «una muy buena» relación con Donald Trump y fue de los últimos en felicitar a Biden, el mexicano ha aplaudido las nuevas políticas migratorias de Washington, como el fin del muro fronterizo y del programa «Quédate en México» (Remain in Mexico).

El presidente mexicano ha pedido a Washington cooperación para el desarrollo en Centroamérica y el sur de México, en donde desplegó a la Guardia Nacional, un cuerpo policial militar, para contener a los migrantes centroamericanos tras la presión de Trump.