El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. EFE/ Federico Anfitti/Archivo

Washington – El Banco de Desarrollo de Latinoamérica (CAF) inició hoy su conferencia anual, centrado en debatir cómo la región puede salir de la crisis a la que le ha abocado la epidemia de COVID-19, poniendo el acento en inversiones, inclusión social, integración regional y transformación del paradigma de desarrollo.

La primera de las tres jornadas de la 24 conferencia anual de la CAF, que este año se organiza en modo virtual y no en Washington, como es tradicional, contó como invitado principal con el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien recordó que su país, al igual que el resto de la región, se ha enfrentado a una pandemia «para la que no había hoja de ruta».

«Hemos actuado con un concepto que ha cobrado una importancia vital: la libertad (…) Libertad solidaria y social», explicó Lacalle, quien aseguró que el éxito de Uruguay a la hora de contener la pandemia se ha debido al pueblo uruguayo más que a su gobierno, ya que ha actuado con responsabilidad.

En opinión de mandatario «no se debe tener miedo en empoderar al ciudadano» sin olvidar la transparencia, el apoyo en la opinión de los científicos y la generación de confianza entre la población.

Lacalle opinó que Latinoamérica conseguirá salir de la crisis que ha precipitado la pandemia de COVID-19 con mayor integración y enfoque en «la igualdad, la solidaridad y la generosidad».

El presidente uruguayo, que asumió el cargo en marzo, pocos días antes de que la pandemia se instalara como un problema global, propuso fortalecer las organizaciones multilaterales de crédito para «agrandar la caja de herramientas», ya que el mundo «va a convivir con la incertidumbre y con lo nuevo».

El presidente de la CAF, Luis Carranza, apuntó que el coronavirus ha llevado al mundo a su crisis más grave en mucho tiempo y ha puesto en evidencia los grandes problemas de América Latina, como la desigualdad, la falta de integración y las carencias en inversión.

«Los problemas estructurales se han agravado y la desigualdad es más evidente. Los problemas de gestión pública en el ámbito sanitario han afectado a los más vulnerables y han desligitimado a las autoridades», señaló Carranza, quien recordó que una de las prioridades debe ser cerrar la brecha en infraestructuras y la creación de mayor espacio fiscal.