Tegucigalpa – El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó un estudio en que concluye que los altos índices de corrupción en Honduras provocan la migración irregular, es decir que miles de hondureños salgan del país en busca de una mejor vida.

El CNA hizo público el informe titulado “El Impacto de la Corrupción como Factor Determinante para la Migración”.

“Determinamos que la corrupción suscita la migración entre los hondureños a medida que pasa el tiempo, perdiendo principalmente los accesos a los servicios públicos que le han sido mermados y hasta robados al pueblo, acompañado de falta de empleos e incidiendo en que su mirada se posicione hacia otras naciones, cuyo nivel y calidad de vida son altos y alcanzables, aun migrando de manera irregular y bajo circunstancias de alto riesgo”, es una de las principales conclusiones del informe presentado en Tegucigalpa.

En ese orden, analizó que Honduras, después de ser en los años 80 un país de recepción de inmigrantes y refugiados extranjeros, se ha convertido en una de las naciones con mayor flujo migratorio de hondureños hacia el exterior.

“Identificamos que según las estadísticas, los años de mayor incremento en migración están relacionados con momentos de crisis económicas y políticas. Para el 2016, Honduras tenía en Estados Unidos 681 mil 741 migrantes, lo cual, es superior al promedio del período 2010- 2019 de 593 mil 265 migrantes, y si lo comparamos con el registro del 2010 que es de 529 mil 312, para el año 2016 la salida de hondureños hacia Estados Unidos había crecido a 152 mil 429 personas”, subraya el escrito.

Tomando como base el período del 2001-2019, se puede mencionar que, debido a la ausencia de voluntad política por parte de las autoridades hondureñas en contrarrestar el flagelo de la corrupción y la impunidad, les ha sido casi imposible implementar políticas con un catálogo de medidas anticorrupción eficaces, razona el estudio.

Asimismo, delimita que un país con alta percepción de corrupción impide acceder a los servicios públicos e impide mejores ingresos, de acuerdo a la publicación.

Por tanto, es obligatorio decir que en Honduras el acceso limitado a educación, salud y servicios públicos, así como su desigual distribución, inhibe la formación del capital humano, impidiendo a muchos hondureños competir para conseguir empleos de alta productividad, sufriendo de bajas tasas de participación de fuerza laboral, particularmente, entre las mujeres, alto desempleo en ciertos grupos, especialmente los jóvenes y una amplia concentración de trabajadores en puestos de trabajo de baja productividad, según el CNA.

“En los últimos 17 años, Honduras ha presentado un alto crecimiento en los niveles de percepción de la corrupción, posicionándose durante estos últimos siete años como uno  de los países más corruptos de Centroamérica, y desde hace cuatro décadas, el país no ha logrado mejorar su Índice de Desarrollo Humano (IDH), ubicándose así, en niveles bajos y con un aumento en el flujo migratorio de miles de hondureños hacia otros países, de donde se infiere que Honduras tiene, según los últimos datos publicados por la ONU, 38,933 de inmigrantes, lo que supone un 0.41 % de la población de Honduras, pero todavía cabe señalar que si lo comparamos con el resto de los países, veremos que a nivel mundial se ubica en la posición número 176 por su alto flujo migratorio”, agrega el informe al respecto.

En la actualidad, los altos índices de corrupción e impunidad representan un grave obstáculo al desarrollo local en los municipios de Honduras. Las corporaciones municipales al no administrar los fondos con transparencia, responsabilidad y eficiencia limitan el crecimiento económico, por ende, el desarrollo municipal provoca que la comunidad opte por otros destinos con mejores niveles de calidad de vida, advierten las autoridades del CNA en el estudio.

“Constatamos que la población toma la decisión de migrar en forma consentida o forzada, visto que en Honduras la democracia no es creíble ni funcional, por tanto, el país implementa una pobre gobernabilidad democrática que esteriliza inexistentes o insuficientes políticas públicas anticorrupción, sociales y económicas, las cuales, son medidas por los estancados indicadores de desarrollo humano, creciente corrupción, aumento de pobreza extrema y subempleo. Podemos decir que al menos tres grandes efectos derivados de la corrupción promueven los flujos migratorios: la oferta educativa, el mercado laboral, competencias laborales e ingresos económicos”, enfatiza el escrito.

Con base en lo anterior se deriva que los departamentos de Honduras con las ciudades más grandes, mayor población y mayores presupuestos son los que reflejan más indicios de corrupción y coinciden con las que tiene mayor proporción de migrantes.

“En los últimos años, el Estado no ha gestado acciones orientadas a erradicar la corrupción e impunidad, por el contrario, solo se ha convertido en un discurso propagandístico, a pesar de que como instancia de sociedad civil consideramos que erradicar la corrupción en el país debería ser considerada una prioridad por del Gobierno de Honduras, sin embargo, las últimas acciones realizadas por parte de las autoridades demuestran el poco interés en contrarrestar la corrupción y la impunidad en Honduras, iniciando por el debilitamiento que se le ha dado al sistema de justicia penal”, concluye el análisis.

El informe del CNA también analiza otros temas como la dependencia de las remesas y la migración de profesionales universitarios.

No obstante, en todos los renglones coincide que es la corrupción lo que suscita la migración entre los hondureños.