Santo Domingo – Las mujeres en Iberoamérica han logrado aumentar, con tesón y a fuerza de escribir y leer más, su presencia en el mundo del libro y la literatura, pero los hombres continúan al frente de la mayoría de los órganos de decisión de esta industria, según las responsables de algunas de las ferias literarias más importantes de la región.

La directora de contenidos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), Laura Niembro; la directora de la Feria del Libro de Madrid, Eva Orúe, y la directora-fundadora del portugués Festival Correntes d’Escritas, Manuela Ribeiro, coinciden, en una entrevista con EFE, en que las mujeres son más numerosas en la industria editorial, pero, destaca la mexicana, «los directores de las editoriales, los directores de los gremios, los presidentes de los gremios siguen siendo varones».

Niembro indica que en México «hay más mujeres incorporándose al mundo de la lectura que varones» y la pregunta es «por qué no había habido ya en posiciones de toma de decisiones más mujeres que hombres».

Tras participar en un conversatorio en la XXV Feria Internacional del Libro de Santo Domingo que concluye este lunes y que precisamente está dedicada a una mujer, la escritora dominicana Jeannette Miller, Ribeiro dice que en Portugal siempre ha habido más hombres al frente de editoriales, aunque ellas sean más lectoras. Y añade: «las mujeres en mi país siempre han escrito, pero ahora escriben más y publican más, son más visibles».

En opinión de Orúe, la primera mujer en dirigir la Feria del Libro de Madrid en sus más de 80 ediciones, la ventaja masculina se refleja más en el campo de la literatura que en otras áreas.

«Esto no pasa en el mundo del cine, la música, la moda y la televisión. Creo que tiene que ver con el objeto libro, con las lecturas. Las mujeres llegamos al mundo editorial porque somos lectoras y nos cuesta más acceder a otros puestos. En España se está viviendo una eclosión de directoras de cine. ¿Por qué no pasaba antes? Porque no les daban la oportunidad; en cuanto se la han dado lo hacen bien porque son buenas», resalta.

APROVECHANDO LOS ESPACIOS ABANDONADOS POR LOS HOMBRES

«Creo que durante mucho tiempo los hombres descuidaron el tema cultural porque lo consideraban menor y, en esa medida, muchas mujeres fuimos ganando terreno en las distintas industrias culturales», puntualiza a título personal, no institucional, Niembro, con gran responsabilidad en el montaje de uno de los eventos culturales anuales más importantes de Iberoamérica.

«Las mujeres -apostilla- tenemos muchas más habilidades polifacéticas que los hombres (…) La capacidad cerebral que tenemos para estar en 25 asuntos al mismo tiempo nos hace más aptas para puestos como ser directiva de una feria donde necesitas hacer todo, de todo y al mismo tiempo».

Por su parte, Orúe cuenta que, tras su nombramiento para la Feria de Madrid en 2021, algunas personas le dijeron que los libreros así lo habían decidido por ser mujer.

«Yo he respondido no creer que fuera por eso, pero que si esa ha sido la razón no me importaba porque entiendo que muchos hombres han sido directores por ser hombres y no les ha importado nunca (…) El mundo que me ha tocado luchar, vivir, trabajar me ha dado una perspectiva que muchos hombres no tienen porque no han tenido que pelear y enfrentarse a las situaciones a las que yo, como mujer, sí he tenido que enfrentarme», acota esta periodista.

EL VALOR DE LA LECTURA

Por otra parte, Niembro destaca la importancia de que los niños acudan a estas ferias para que comprueben que el libro es algo cercano.

«Creo importante que los niños sientan que tienen acceso a los libros, que se pueden tener, comprar, elegir. Es muy importante que las familias traigan a los niños a pasear simplemente, a ver qué les da curiosidad, eso para mi es fundamental», opina la ejecutiva de la FIL, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020, mientras que Ribeiro piensa que la clave para que haya más lectores es insistir y ser creativos a la hora de buscar «nuevos caminos».

Orúe, para quien la lectura no se debe imponer, afirma que «el hecho de leer tiene un valor superior en este mundo en el que vivimos, te obliga a concentrarte y aislarte. Y eso en este mundo de distracciones, de ruidos, en el que lo hacemos todo en grupo, ese momento de recogimiento en el que vas a un rincón tomas tu libro y te borras del mundo, a mí me parece que es un valor en sí mismo. Creo que hay que fomentar la lectura porque nos ayuda a estar bien con nosotros mismos».