Redacción deportes – Con los Rolling Stones en el palco del estadio olímpico Lluís Companys, en el clásico de la lengua con Mick Jagger, Roonie Wood y Matt Clifford viendo al Barcelona imponerse al Real Madrid, en un duelo decorado con el icónico logo de sus ‘satánicas majestades’, Jude Bellingham hizo sonar los acordes del ‘Hey, Jude’ para imponer a los Beatles.

Calentaban los protagonistas del clásico al ritmo de ‘Start me up’ de los Rolling. Una de las canciones que sonó por megafonía en un clásico que entremezcló el espectáculo del fútbol con la música. Decoración con la imagen de un grupo legendario, desde la camiseta del Barcelona, hasta la publicidad estática, fondos de la portería y banderas en la grada.

El partido tuvo menos rock que todo lo que le rodeó. Bajó un escalón en calidad, puede que por las ausencias de peso barcelonistas, o por la pérdida de mística en un horario de sobremesa española. A la luz del día. Más lucha que fútbol. Más vigilancia del rival, anular a los referentes, que propuestas. Araujo secaba a Vinícius. Gavi realizaba un marcaje tan pegadizo que parecía amargar el primer clásico de Jude Bellingham.

Pero el inglés estaba cumpliendo un sueño. El partido que veía con sus padres y su hermano pequeño por televisión, el que siempre deseó jugar defendiendo la camiseta del Real Madrid, como ha confesado. Una de esas remontadas que envidiaba viéndolas por televisión. Ahora, se producen gracias a su fútbol. A una pegada desatada que sorprende a todos. Trece goles en trece partidos.

Andaba frustrado con su partido Jude. Sacrificado en labores defensivas que parecían restarle frescura en los últimos metros. Perdedor de un duelo con Gavi cuando rompió al espacio y estuvo lento, viendo como le rascaban el balón con la pillería de un joven descarado que pelea cada balón como si fuese el último. Habría sido el jugador del partido el centrocampista del Barcelona si no se hubiese producido el cambio de acordes en la música del clásico.

De un balón recibido tan lejano de la portería que nadie pensó en que Bellingham, que aún no había marcado desde fuera del área en España, tuviese en su cabeza dibujado el tremendo golazo que firmó. Un derechazo desde más de 30 metros de distancia al que Ter Stegen se lanzó a mano cambiada y restó opciones de alcanzar ante la potencia del golpeo. Apenas lo celebró el jugador que saca la lengua como el logo de los Rolling. No era suficiente para calmar su enfado por el partido que protagonizaba.

Y acabó haciendo sonar en un grupo reducido de madridistas en la grada el ‘Hey, Jude’ cuando en el tiempo añadido apareció al espacio en esa evolución de un centrocampista que se ha convertido en referente goleador ante la necesidad de su nuevo equipo. Sabiendo donde atacar, el lugar donde puede caer el balón, y aprovechando el momento. El centro de Dani Carvajal, el toque de Luka Modric, el remate con lo que fuese del inglés. Entre espinilla y tobillo. Gol. Doblete para la historia y una nueva exhibición de liderazgo.

El tanto de Bellingham era el 300 del Real Madrid al Barcelona en un eterno enfrentamiento en LaLiga. El decimotercero en trece partidos, el décimo en diez jornadas ligueras. Nadie, desde Cristiano Ronaldo, era capaz de firmar tales números. Su mejor registro goleador lo consiguió con el Borussia Dortmund con catorce tantos en 42 encuentros el pasado curso. Está a uno de igualarlo en apenas dos meses.

Sitúa su nombre a la altura de dos leyendas goleadoras de la historia del Real Madrid. Y siendo centrocampista, jugando de mediapunta en esa demarcación que ha inventado Carlo Ancelotti para su jugador por el exceso de medios y la falta de delanteros en su plantilla. Alfredo di Stéfano y Cristiano, en 2010 y 1954, habían conseguido trece goles en trece partidos vestidos de blanco.

Ninguno había logrado marcar un doblete en su primer clásico hasta Jude que se convirtió en el cuarto jugador de un clásico que da la remontada a su equipo, tras los brasileños Romário y Ronaldo Nazario y el polaco Robert Lewandowski la pasada temporada. Hacía once años que un jugador del Real Madrid no marcaba dos tantos en un partido en casa del Barcelona. Desde Cristiano en 2012. Octavos que lo consigue tras el portugués, Raúl, Van Nistelrooy, Puskás, Paco Gento, Di Stéfano y Pahiño.

Al ritmo del ‘Hey, Jude’, el Real Madrid impuso la sintonía de los Beatles y Bellingham lo celebró en las redes publicando otra icónica imagen musical, el paso de peatones de Abbey Road pero en lugar de John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, cruzando Tchoauméni, Camavinga, Jude y Fede Valverde. El nuevo centro del campo madridista. Los herederos del legendario Casemiro-Kroos-Modric. EFE