Tegucigalpa (Proceso Digital/Joel Perdomo) – Siempre que estoy trabajando un nuevo proyecto tecnológico, estoy pensando cómo podría implementarlo en Honduras, es inevitable quitarme a mi país de la mente, dijo Lucia Gallardo Rico, quien es fundadora de Start-Up Emerge, una empresa dedicada al desarrollo de soluciones tecnológicas emergentes de impacto social en el mundo.

Lucia es originaria de La Ceiba, y sus descubrimientos la han convertido en una de las jóvenes más influyentes de Latinoamérica, así lo establece la nominación del prestigioso   Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que la destaca como una de las centroamericanas más innovadoras de los últimos tiempos.

Emerge, está conformado por unas 14 personas de La India, Alemania, Australia, Uganda, Holanda, Inglaterra, Canadá, Estados Unidos, Jamaica, Colombia y Honduras “es un grupo muy bueno y próximamente podremos integrar a un hondureño más a nuestro grupo”, dijo optimista.

También la empresa Emerge, ha sido nominada para los premios Global SDG Awards 2018, Newsweek’s 2019 Blockchain Impact Awards entre otros; al respecto dijo “claro que me alegra y es para mí un impulso para seguir esforzándome de manera que no pueda desprenderme del compromiso que todos deberíamos tener por el desarrollo humano”.

En una amplia conversación con Proceso Digital, Lucia Gallardo habló de su infancia, su familia, su juventud, sus proyectos y hasta de sus miedos; se describió como una mujer normal, pero enamorada de las causas justas, y sobre todo comprometida con su país y la humanidad “yo me enamore de las causas nobles, la justicia social, justicia económica y tecnológica”, contó.

Compromiso con la vida

Lucía viaja por muchos países del mundo que buscan soluciones a sus problemas sociales

Agregó que la tecnología la pudo haber llevado tan lejos como se lo imaginó, pero no estaría satisfecha de no haber redirigido sus esfuerzos en el desarrollo de las comunidades olvidadas, “creo que ahí está mi alegría, en saber que junto a mi otros también pueden dar el salto al desarrollo”.  

Estudió su primaria y secundaria en la Escuela Americana de Tegucigalpa y sus estudios superiores en la Universidad McGill en Montreal, Canadá, donde se especializó en desarrollo económico internacional, su trabajo consistía, en cómo generar economía en zonas extremadamente pobres y como crear economías en zonas de guerra y post conflictos.

“El apoyo que me dieron mis padres desde pequeña me ha convertido en una mujer independiente y sobre todo comprometida para presentar soluciones y no problemas, siempre estoy pensando en mejorar la sociedad en que vivimos”, relató, al tiempo que reconoce que a muy temprana edad se comprometió con quienes necesitan impulsos para el crecimiento y desarrollo. 

Recordó que el Huracán Mitch, fue el punto de partida para conocer las necesidades de las personas, – “aún recuerdo cuando acompañaba a mis padres a repartir algunos víveres a quienes, en ese momento, lo perdieron todo, yo tenía apenas ocho años (…) en esa edad quise entender la pobreza generacional, la inequidad y la injusticia económica”.

Su infancia y sus alcances

Creció en un ambiente familiar muy positivo y alegre, -dijo-, desde donde aprendió a aplicar las enseñanzas de sus padres en la cotidianidad de la vida, y que esa disciplina es el reflejo de los que ahora es, y asegura que su infancia es una de sus mejores épocas que ha podido vivir.

Sus descubrimientos sobre la inteligencia artificial se han posesionado como los avances más innovadores en las competencias tecnológicas, no porque se trate de la tecnología, sino por la intención de incentivar el desarrollo en comunidades donde se ha perdido la esperanza de una vida mejor.

Sus creaciones son consideradas aportes importantes para la humanidad, que incluso la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya puso su atención a los proyectos de esta joven hondureña, por considerar que contribuye al cumplimiento de la iniciativa global que comprende los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Otra de las especialidades de Emerge, tiene que ver con la problemática que enfrentan migrantes y refugiados en distintas partes del mundo, para ello creó una plataforma a la que denominó “Homeward”, que consiste en contrarrestar el desempleo, entre otras soluciones a estos fenómenos.

Es de esta manera que sus proyecciones como Theseus, un esquema para que transparenta la distribución alimentaria a través del llamado reducir los desperdicios en el mundo; asimismo el programa Trusted Voices, que tiene que ver con la protección de fuentes periodísticas y medios de comunicación.

Abandonó su estado de confort

“Ahora que vino la pandemia, tenía miedo porque pensé que mi empresa iba a desaparecer, pensé que muchos contratos se cancelarían y hasta quería buscar otro trabajo; porque no ha sido fácil para mí, pues me tocó construir una empresa sin capital extranjero, lo hice lentamente, pero con responsabilidad, han sido años muy duros, pero productivos”.

No obstante es del criterio que la fortaleza interna y la resiliencia personal, son cualidades que pueden convertir pequeños sueños en grandes proyectos “yo tenía un empleo ya, podría haberme quedado ahí para siempre, pero yo he creído que puedo dar mucho más de lo que yo misma creo”; tampoco, -agrega-, “debe sorprender a nadie que una mujer triunfe, las hondureñas somos muy inteligentes y capaces”, acotó.

Si bien es cierto, confesó que se enamoró de la tecnología y del progreso de la misma, pero que a la vez en su interior, existe un reclamo para no olvidarse de las causas justas, de poder dar sus aportes a comunidades donde la esperanza ha muerto y donde se ausenta la dignidad  y el desarrollo humano.

¿Pero cómo es que puede haber un equilibrio entre la tecnología y la justicia social?  “Lo que hacía –cuando trabajaba en el sector público-, era crear comunidades y productos, para una población de conveniencia, me daba pesar porque siendo muy apasionada de los temas sociales, pues dije: que podría utilizar esta tecnología increíble, para resolver problemas mucho más importantes”.

Emerge su bandera de lucha por el mundo

¿Y cómo es que nace su empresa?, pues fue 2016 que tomé una decisión de emprender algo propio, participé en un programa de reclutamiento de emperadores en Canadá donde le dieron varias capacitaciones y “las cosas salieron bien y fue cuando me tuve que mudar a Toronto, Canadá y ahí es donde descubrió el blockchain y donde comienza una serie de descubrimientos de inteligencia artificial”.

Emerge es una plataforma mundial, -explica-, donde siempre trata de llevar un pedacito de Honduras, justamente ahora estoy trabajando dos proyectos ahí: una sobre inteligencia artificial y otra en mercados generales; para poder abrir oportunidades en mercados internacionales, también tengo proyectos, en Guatemala y Ecuador entre otros países.

“No tengo un lugar donde vivir, siempre estoy en lugares distintos cada mes desde 2018, es así porque las circunstancias lo exigen; (…) esto apenas comienza y hay muchos proyectos por delante, además mi empresa está creciendo, pese a que en su momento pensé todo lo contrario”, detalló.

Refirió que justo ahora trabaja un proyecto en Uganda, donde busca conectar a más de 14 mil agricultores, quienes ni siquiera tienen acceso a Internet, se genera un historial de ventas, ya que cuando ellos quieren acceder a programas de microcrédito, se les denota como un alto riesgo, porque no pueden probar que están generando ingresos.

Migración, trata de personas, Google y Twitter

Es de esta manera, que los proyectos relacionados con transparencia y su empresa se rozan hasta con los creadores de Twitter, Google, entre otros, inclusive uno de sus programas fue solicitado por una alianza departamental dentro de la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con ello, se busca un mejor manejo de la pandemia en Europa.

“Nosotros somos de las tres empresas seleccionadas en prestar nuestros servicios en el tema de la pandemia allá”, contó.

Sostiene que no la dejaban dormir los temas migratorios y la trata de personas, por lo que expresa que atender esos sectores, le hace vivir, serena, “pues ahora duermo tranquila sabiendo que se está haciendo algo para presentar soluciones en esos temas, en 2018 fui a Tijuana para validar datos sobre la situación laboral de los migrantes, tuve que ir a una caravana que se desarrollaba en ese momento”.

El objetivo era en ese entonces –cuenta Lucía-, descubrir oportunidades reales de empleo para que las personas que podrían ser víctimas de trata en el camino, tengan otra opción, porque muchas veces la oportunidad que buscan está cerca, “entonces queremos que los migrantes sean vistos como factor agregado y no como un problema”.

A su juicio, muchos problemas aquejan a Honduras, pero cuestiona la particularidad cultural que existe en acostumbrarse a ellos, luego reflexiona al indicar que “cuando mis decisiones no están generando cambios ni ambientes positivos, entonces nosotros mismos somos promotores de esos ambientes poco agradables, cada hondureño tiene que ser un agente de cambio”.

Gallardo cerró diciendo que se debe escuchar consejos de quienes no pudieron lograr fortalecer un emprendimiento, siempre hay que pensar en el impacto que puede ocasionar en la sociedad y no precisamente tiene que ser con generar dinero, porque si es así probablemente no nos vaya bien, se debe tener la habilidad de ser un emprendedor persistente y a largo plazo, pero háganlo con persistencia”, insistió.  JP 

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