Tapachula (México) – Miles de migrantes, en su mayoría de Cuba y Haití, chocaron este lunes con las autoridades en la frontera sur de México, donde derribaron las vallas metálicas en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que afronta una saturación ante una nueva oleada migratoria.

Entre unos 5.000 y 6.000 migrantes se agolparon frente a las oficinas de la Comar, donde burlaron a los elementos de la Guardia Nacional y los policías municipales de Tapachula, en el límite de México con Guatemala.

La desorganización derivó en una avalancha de migrantes, quienes se tropezaron y cayeron unos sobre otros.

El migrante cubano Mersin Marrillo exigió un mayor orden a las autoridades mexicanas.

“Ahora mismo (queremos) la organización para que todo se mueva porque, si no, no avanzamos”, expresó a EFE.

Ante el caos, Ángel Milton Ordoñez, visitador general de migrantes de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), anunció que se habilitaría el parque ecológico de Tapachula para atender a los migrantes de manera digna.

“Nosotros en lo que acontece exhortamos a la población que evitemos la xenofobia, la discriminación y racismo con las personas migrantes, porque todos tienen derechos en igual de condiciones y son seres humanos y merecen respeto en su dignidad”, expresó.

El hecho refleja una nueva oleada migratoria en México, donde el flujo migratorio que pasa por el país hacia Estados Unidos ha repuntado tras la caída inicial que provocó en mayo pasado la expiración del Título 42 estadounidense, según reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Además, la Comar reporta un incremento interanual de 30 % de peticiones de asilo de enero a agosto de 2023, cuando registró un récord de casi 100.000 solicitudes.

Cuestionado por la llegada de miles de migrantes a Tapachula, Ordoñez señaló que es un tema internacional y desconocen qué sea lo que propicie el fenómeno.

“Debemos ser afines y conscientes y evitar en lo posible algún enfrentamiento con esta población”, añadió.

A pesar de esta irrupción, la Comar no suspendió ahora su servicio, como sí lo hizo la semana pasada, ya que tienen en la vía pública a miles de migrantes cubanos que esperan realizar su registro para su cita.

Esta es la tercera y mayor irrupción que realizan los migrantes en lo que va de septiembre porque suelen aglomerarse a las afueras de un portón metálico, donde la cantidad rebasa a las autoridades encargadas de analizar sus casos de asilo.