Jerusalén.– La embajada de Rusia en Israel, ubicada en Tel Aviv, abrirá una sucursal en Jerusalén a pesar de que la ONU no reconoce la soberanía israelí sobre la Ciudad Santa, anunciaron este viernes los Gobiernos ruso e israelí.

En un terreno ubicado en la exclusiva y céntrica calle de King George, en Jerusalén, «se construirá una ampliación del ala consular de la Embajada de Rusia en Israel, que incluirá una sala de conferencias y residencias diplomáticas», informó un portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel.

Ese terreno fue adquirido por el Gobierno ruso en 1885, pero necesitaba de un procedimiento ante el Ayuntamiento de Jerusalén para aclarar sus límites antes de comenzar a diseñar el inmueble. El trámite fue concluido en mayo pasado.

Abrir una oficina diplomática rusa en Jerusalén «sirve plenamente a los intereses de fortalecer aún más las relaciones amistosas multifacéticas entre Rusia e Israel, y va en línea con el rumbo inmutable de nuestro país hacia un arreglo justo en Oriente Medio», indicó en un comunicado la oficina de la Embajada de Rusia en Israel.

Israel se hizo con el control de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, y desde entonces mantiene una ocupación sobre estos territorios palestinos que es de las más largas en la historia reciente.

El estatus de Jerusalén, que alberga lugares sagrados para cristianos, judíos y musulmanes, es uno de los mayores obstáculos para terminar el conflicto palestino-israelí, y la apertura de embajadas de países extranjeros en la Ciudad Santa es una cuestión controvertida desde que Israel se anexionó la parte oriental de la urbe en 1980.

Mientras que Israel considera que la ciudad es su capital «eterna e indivisible» -una interpretación considerada ilegal por la ONU- los palestinos esperan que Jerusalén Este sea la capital de su futuro Estado.

El portavoz de la cancillería israelí dijo que la nueva sucursal diplomática de Rusia en Jerusalén es un «logro político en el fortalecimiento del estatus de Jerusalén», asegurando que «se alinea con los esfuerzos del Ministerio de Relaciones Exteriores para aumentar el número de misiones diplomáticas en Jerusalén, la capital de Israel».

La mayoría de países con embajadas en Israel han situado sus sedes en Tel Aviv, pero la situación comenzó a cambiar cuando el expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) trasladó en 2018 la embajada estadounidense a Jerusalén.

En ese momento, el movimiento despertó la preocupación del presidente ruso, Vladímir Putin, quien dijo que ello «podría anular las perspectivas de un proceso de paz en Oriente Medio».

Desde la apertura de la embajada estadounidense en Jerusalén, Guatemala, Kosovo y Honduras han hecho lo mismo.