Madrid – El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) reforzó su ventaja al frente del Mundial de Fórmula Uno al ganar este domingo el Gran Premio de Canadá, el octavo del campeonato, en el que el español Fernando Alonso (Aston Martin) volvió a deslumbrar al acabar segundo y firmar su sexto podio en las ocho primeras carreras del año: el número 104 desde que compite en la categoría reina.
Verstappen logró su sexta victoria en lo que va de curso -igualando los 41 triunfos del legendario Ayrton Senna, que ganó tres Mundiales para Brasil- y la número 100 para su escudería, al ganar por delante del doble campeón mundial asturiano y del inglés Lewis Hamilton (Mercedes), tercero en el circuito Gilles Villeneuve. Confirmando que sólo una auténtica desgracia evitará que consiga un tercer título seguido: a los 25 años, ya sólo le quedan por delante cuatro pilotos en la lista histórica de vencedores en la categoría reina, que encabeza Sir Lewis con 104, trece más que el otro séptuple campeón mundial, el alemán Michael Schumacher.
Tras exhibirse con un ‘Grand Slam’ en Montmeló (Barcelona), a ‘Mad Max’ -que ganó desde la ‘pole’ y liderando de principio a fin- sólo le faltó, para repetir la gesta de hace dos domingos del Circuit de Barcelona-Catalunya, marcar la vuelta rápida en carrera. Ésa se la anotó su compañero, el mexicano Sergio Pérez, que fue sexto, por detrás de los dos Ferrari: los del monegasco Charles Leclerc y el español Carlos Sainz, quinto en Montreal. Dos pilotos, que, al igual que él, mejoraron seis puestos sobre la posición que ocupaban en parrilla.
Verstappen llegará a la próxima carrera, el Gran Premio de Austria -en casa de su escudería: el Red Bull Ring de Spielberg (Estiria)- con 195 puntos, 69 más que ‘Checo’ y con 78 sobre un Alonso que, a un mes de cumplir 42, vive una segunda juventud. Mostrando la misma insaciabilidad que ‘Mad Max’, acabó a menos de diez segundos del nuevo ídolo deportivo de los Países Bajos y firmó su mejor actuación del año; tras la cuál afirmó estar «muy contento, después de una carrera difícil, a 70 vueltas de calificación».
Coincidiendo con lo sucedido la temporada pasada -aunque esta vez con un coche a su altura-, Alonso salía segundo, desde la primera fila y al lado de Verstappen, que ya había lustrado su muy brillante palmarés al firmar en la lluviosa calificación del sábado su vigésima quinta ‘pole’ en la F1, la quinta de la temporada.
Fernando había acabado tercero la calificación y no pocos de sus compatriotas se llevaron -gracias a la diferencia horaria entre Canadá y España- la agradable sorpresa, al levantarse este domingo, de que, gracias a la sanción del alemán Nico Hülkenberg (Haas) -por irregularidades durante una de las banderas rojas-, el astro astur ganaba una posición en parrilla.
Verstappen había recuperado a su favor la ‘normalidad’ el sábado, al liderar el último libre y la muy complicada sesión de calificación; pero a Alonso aún le quedaba por ver si era real el resurgimiento de los Mercedes -Hamilton había sido segundo, y Russell tercero, en Barcelona-, que el viernes no sólo habían mostrado buen ritmo, sino que habían encabezado la tabla de tiempos de los entrenamientos libres.
Y fue con los dos Mercedes con los que mantuvo una dura pugna el doble campeón mundial asturiano durante las primeras vueltas.
Hamilton y Russell copaban la segunda fila, con Sir Lewis en la tercera plaza, por delante del sancionado Hülkenberg y el francés Esteban Ocon (Alpine) -octavo al final, por detrás del tailandés Alex Albon (Williams), que arrancaban desde la tercera.
Sainz, accidentado en el último ensayo del sábado y que había sido octavo en la calificación, también había sido sancionado -por molestar al francés Pierre Gasly durante la Q1- con la pérdida de tres puestos, por lo que afrontó la salida desde el undécimo puesto. Uno por detrás de su compañero monegasco, beneficiado por la penalización del madrileño. Dos plazas en parrilla que para nada agradan, con un arranque de temporada muy lejos de lo deseado, a la que ‘Scuderia’; que este domingo sí acertó con la estrategia y se conformó con los puestos inmediatamente posteriores a los del podio.
‘Checo’ había completado su tercer sábado seguido para el olvido y, tras quedar eliminado en la Q2 -no sin cierta mala suerte, derivada de las inclemencias meteorológicas- de nuevo aspiraba a firmar otra remontada; que en esta ocasión no le alzó más allá del sexto.
A diferencia de las dos jornadas previas, esta vez se rodó en seco. Y todos salieron con el neumático medio, salvo Gasly, con el blando; y otros tres pilotos, entre ellos ‘Checo’, que lo hicieron con el duro.
Verstappen salió bien, al igual que Hamilton, que dio cuenta a las primeras de cambio y por el exterior, de Alonso, que se defendió como pudo de Russell; al tiempo que Carlos y ‘Checo’ se intercambiaban adelantamientos pero mantenían sus posiciones iniciales tras la quinta de las 70 vueltas.
En la duodécima, Russell tocó el muro y perdió toda opción -acabaría retirándose, con los frenos desgastados-, provocando que se decretase coche de seguridad, por lo que la mayoría -no lo hicieron los Ferrari, ni, lógicamente, ‘Checo’- paró a cambiar neumáticos. La parada de Hamilton fue lenta y en su brusca salida del garaje -en acción anotada e investigada, pero no sancionada por los comisarios-, a punto estuvo de chocar con Alonso.
Tras la reordenación, ‘Mad Max’ lideraba por delante del séptuple campeón mundial y de Alonso -todos con duros-, y de los dos Ferrari de Leclerc y de Sainz -arriesgando, para ver si sus medios aguantaban y poder ir a una sola parada- y de ‘Checo’, que iba largo y ya era sexto.
Al irse el ‘safety’, tras la 17, Verstappen pegó el arreón después de la última ‘chicane’, previa al famoso ‘muro de los campeones’. Leclerc bloqueó en la horquilla y no se pudo beneficiar del tiempo que necesitarían los tres primeros en calentar sus nuevos neumáticos; y Alonso marcaba vuelta rápida en la 21, presionando al espectacular y excéntrico campeón de Stevenage. Al que le metió una preciosa pasada al final del siguiente giro, para recuperar la segunda plaza.
Alonso volaba, mejorando registros, para alejarse del ‘hombre récord’ de la Fórmula Uno y , al mismo tiempo, aproximarse e inquietar al líder del Mundial.
‘Checo’ paró tras la 36 -puso medios-; Carlos lo hizo una vuelta después -a duro- y un giro más tarde -instalando mismo compuesto- lo hizo Leclerc, que regresó a pista por delante de su compañero español.
En la 41, Hamilton cambió a medios, creando dudas en el entorno de Alonso, que debía decidir si hacerlo también o no, gestionando esta vez los neumáticos que quedaban fuera de una pista que desgastaba, sobre todo, los frenos. Lo hizo inmediatamente después. Y colocó el duro.
Puestos a mover ficha, Verstappen también lo hizo a la siguiente, regresando a los medios.
Fernando -que quería ganar la carrera, según se expresaba en comunicación interna con su equipo- se había pasado de frenada en la octava curva de la 48, en la que Hamilton firmaba vuelta rápida provisional.
Y a falta de las últimas veinte repeticiones al trazado del circuito bautizado en honor al espectacular e irrepetible Gilles Villeneuve -padre de Jacques, campeón mundial en 1997, y fallecido en accidente durante la calificación para el Gran Premio de Bélgica del 82, en Zolder- Verstappen lideraba con cinco segundos y medio sobre el catedrático de Oviedo; que mantenía a 3,3 a Sir Lewis. Leclerc era cuarto, a doce segundos del astro neerlandés; Carlos, quinto, a 15; y ‘Checo’ sexto, a 18.
En la 59, Hamilton se acercaba a segundo y medio de Alonso, que parecía tener problemas en los frenos traseros; pero se mostraba tranquilo ante las advertencias de sus ingenieros. «Enterado, dejadlo de mi mano», aseguraba el de nuevo magistral capitán de Aston Martin, antes de volver a pegar un golpe en la mesa, asegurando la segunda plaza.
Hamilton se conformó alegremente con el tercer puesto, Alonso engrosó su leyenda con su sexto podio en ocho carreras; y Verstappen, fumándose un puro hasta meta, volvió a ganar, igualando las 41 victorias de Senna: y empezando a pensar en las 51 del cuádruple campeón mundial francés Alain Prost. Cuarto en la lista histórica de triunfos en la F1. Y al que, si sigue así, a falta de 14 carreras, el líder del Mundial podría igualar este mismo año.