Tegucigalpa – El asesinato de dos defensores del medio ambiente en Guapinol estremece de nuevo la sociedad hondureña y pone en la palestra publica la indefensión en la que viven quienes defienden la tierra en el país.

Los defensores del ambiente han librado varias luchas en el país por las cuales muchos ya han pagado con sus vidas, en particular los defensores del ambiente en Guapinol, al norte de Honduras, se han mantenido firmes en su lucha contra el extractivismo.

Hoy reclaman que en noviembre del 2021 acudieron a las urnas con la esperanza de con el Gobierno de Xiomara Castro, cambiaran las cosas a favor, pero hasta el momento, los cambios que perciben son pocos o nulos y la muerte de Aly Domínguez y Jairo Bonilla, quienes al momento del ataque se conducían en una motocicleta hace dos días, demuestra que no hay respeto por la vida de los defensores y menos quien los defienda, apuntan defensores que lamentan la muerte de otros dos compañeros.

Defensores en indefensión

Miriam Miranda, activista hondureña, defensora de los derechos humanos, territoriales y ambientales del pueblo Garífuna en comunicación con Proceso Digital lamentó que “realmente la situación de los defensores de los derechos humanos y del ambiente en este país somos los que más enfrentamos una gran amenaza represión, judicialización, criminalización, asesinatos y desapariciones forzadas”.

Seguidamente, anotó que la presión de empresarios y grupos de poder económicos en el país sobre los territorios y los recursos naturales es una situación “bastante grave”.

A renglón seguido resintió que los defensores y defensoras que luchan constantemente porque no se represen los ríos y no se destruya la naturaleza la pasan muy mal.

“Lo que ha pasado con las últimas muertes de los compañeros de Guapinol demuestra que vivimos en una total indefensión y que existe una gran relación y participación del crimen organizado”, adicionó.

Responsabilidad directa del Estado

La activista de derechos humanos refirió que en esos casos existe una responsabilidad directa del Estado, por no garantizar el respeto y reconocimiento de los derechos ancestrales, ambientales, de los campesinos y de pueblos indígenas, porque no existe una política del Estado para proteger a los defensores.

Finalmente reitero que “condenamos categóricamente lo que ha sucedido” es urgente que esta situación cambie porque no se pueden estar perdiendo vidas valiosas de quienes deberían ser protegidos porque mantienen una lucha que beneficia a todos.

El abogado defensor de derechos humanos Eddy Tabora recordó en sus últimos mensajes Aly Domínguez exigió un alto a los asesinatos de defensores de derechos humanos y defendió el agua y la Montaña Botaderos.

“El dolor de su familia y su comunidad es también nuestro dolor. Exigimos justicia para Aly, Justicia para Jairo, Justicia para Guapinol”, remarcó.

Seguidamente el defensor exigió “basta de indiferencia de funcionarios públicos que no asumen su tarea de afrontar la corrupción y las ilegalidades en el despojo de los recursos naturales”.

En los mismos términos se pronunció la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), quienes en comunicación oficial lamentaron la muerte violenta de los defensores y señalan los asesinatos como consecuencia de la guerra de baja intensidad que se libra en el Aguán. Empresarios y políticos se han aunado para sembrar el terror. Basta ya de asesinatos en el Aguán”.

También se pronunció en las últimas horas el padre Ismael Moreno, reconocido por su lucha en los derechos humanos y del ambiente: “lamentamos asesinato de ambientalistas de Guapinol, Aly Domínguez y Jairo Bonilla. Nuestra solidaridad con familiares y organizaciones de la zona defensoras del ambiente y ddhh. Nos unimos a exigencia nacional e internacional por investigación independiente e imparcial (CCC)” escribió el religioso en sus redes sociales.

Comunidad da el último adios a defensores asesinados.

Clamor que cruza fronteras

El grito de rechazo y lamento por la pérdida de vidas de los defensores de derechos humanos en Honduras trasciende fronteras, y no es para menos porque el país, es catalogado por Global Witness como uno de los países más mortíferos para los defensores y reporta “peligros crónicos” para defensores de DDHH en Honduras.

La embajadora de Estados Unidos en Honduras Laura Dogu, fue una de las primeras en lamentar el hecho violento que cobro la vida de los defensores de Guapinol.

“Triste noticia del fallecimiento de Jairo Bonilla y Aly Domínguez de Guapinol. Mi más sentido pésame a sus familias”, escribió en su cuenta de Twitter la diplomática al tiempo que dijo unirse al llamado de otros organismos internacionales, para que se realice a una investigación debida y profunda.

De su parte, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), de inmediato se pronunció y condenó el asesinato de los líderes de la comunidad de Guapinol Jairo Bonilla y Aly Domínguez, hecho ocurrido el 7 de enero.

El organismo de ONU, se solidarizó con las familias de las víctimas y la comunidad de Guapinol “e insta al Estado a realizar una investigación pronta e independiente y a garantizar la integridad de las y los defensores en la zona del Aguán”.

Una larga lucha

Los antecedentes del conflicto socio territorial comienza a ser visible en el año 2013, cuando las comunidades denunciaron que una empresa minera empezó a hacer deforestaciones en el Sector San Pedro, para la apertura de una carretera.

Defensoeres de Guapinol viven en lucha permanente.

Se considera que la instalación del proyecto minero en el Parque Nacional Carlos Escaleras, en el municipio de Tocoa, departamento de Colón, ha sido la causa principal para que las comunidades de San Pedro y Guapinol sigan protagonizando un escenario de constante conflicto debido al daño en el medio ambiente, según expone la población de esa zona.

Se trata de una reserva natural en donde nace el río Guapinol, allí además confluyen cinco ríos más que llevan agua a unas 30 comunidades. En dicha reserva, opera inversiones extrayendo óxido de hierro.

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Pese a las consecuencias que viven los defensores de estas comunidades han permanecido dispuestos a da la lucha, pero la alegría que dejo en meses recientes la libertad de defensores de Guapinol que permanecieron en prisión por varios años acusados de privación injusta de la libertad, asociación ilícita y robo, entre otros delitos, duró muy poco porque hoy lamentan la muerte de otros dos ambientalistas.

Los defensores refieren que ha sido una lucha muy dura que ha durado años y permanece vigente.

En el marco de esa lucha 32 defensores del ambiente en Guapinol han sido criminalizados por la justicia y algunos de ellos encarcelados, como se recuerda el caso de los ambientalistas: Ewer Alexander Cedillo Cruz, José Abelino Cedillo Cantarero, José Daniel Márquez Márquez, Kelvin Alejandro Romero Martínez, Porfirio Sorto Cedillo, Orbin Nahún Hernández, Arnol Javier Alemán y Jeremías Martínez Díaz, que fueron encarcelados por defender al agua.Asimismo hay otros 11 ambientalistas, que durante el conflicto tuvieron que salir a Estados Unidos, por temor a perder sus vidas y según abogados de la causa, aún tienen causas pendientes.