Tucson (EE.UU.).– La caravana «Todos Somos Florida» contra el gobernador Ron DeSantis y su política antiinmigrante visita el estado de Arizona, pidiendo apoyo a una comunidad que ha experimentado en carne propia los efectos de una ley racista y xenófoba.

“Arizona fue el estado donde comenzó el cáncer (políticas antiinmigrantes). Aquí nacieron muchas leyes y políticas que buscaban tratar a los inmigrantes como criminales”, dijo este martes a EFE Luis Vega, activista y organizador de la caravana, integrada hasta el momento por una docena de vehículos con más de 50 personas.

Para Vega, la ley SB 1718, firmada en mayo por DeSantis, gobernador de Florida y aspirante a la candidatura presidencial republicana, es una “copia” de lo que en su momento fue para Arizona la ley SB 1070.

En 2010 Arizona se convirtió en el epicentro del debate migratorio en Estados Unidos cuando la entonces gobernadora republicana Jan Brewer firmó dicha norma, también conocida como ley “muéstrame tus papeles”. La legislación otorgó el poder a los departamentos policiacos de cuestionar el estatus migratorio de los detenidos, incluso por simples paradas de tránsito.

La SB 1017 se convirtió en la ley estatal más dura contra la inmigración indocumentada en Estados Unidos.

En su recorrido por Arizona, los miembros de la caravana se reunieron este lunes con activistas y miembros de la Legislatura estatal, quienes les dieron su apoyo a las afueras del Capitolio en Phoenix.

Fue en ese mismo lugar donde hace más de una década miles de personas marcharon contra la SB 1070, iniciando una larga lucha legal y un boicot económico dentro y fuera del estado que sirvieron para eliminar prácticamente esta ley.

“De la SB 1070 aprendimos que los estados no pueden hacer leyes federales, como ahora Florida pretende hacerlo. Solo el Gobierno federal y no un gobernador de un estado (puede hacerlo)”, dijo Vega.

El activista, quien vivía en Arizona cuando se promulgó la SB 1070, asegura saber muy bien el duro efecto que tendrá la SB 1718 de Florida. Por ello no pudo “quedarse de brazos cruzados” y decidió organizar esta caravana contra las medidas antiinmigrantes de DeSantis y dar todo su apoyo a la comunidad inmigrante de Florida.

Durante su escala en Arizona, la caravana hizo también una parada en la Iglesia Presbiteriana del Sur, en la ciudad de Tucson, un lugar muy especial para la comunidad inmigrante ya que fue aquí donde nació el Movimiento Santuario en la década de 1980.

En esta iglesia, que dio refugio a indocumentados que huían de países centroamericanos que enfrentaban conflictos civiles, se le dio la bienvenida y apoyo a la caravana. Esta misma iglesia también dio santuario a inmigrantes que estaban en peligro de deportación debido a la SB 1070.

“Nuestra comunidad en Arizona sabe muy bien lo que está a punto de pasar en Florida, las terribles consecuencias de leyes como la SB 1718”, dijo a EFE Tony Pineda, director del Centro para Jornales en Tucson.

Recordó que la SB 1070 provocó que muchas familias se “autodeportaran” de Arizona e inclusive de Estados Unidos, algo que asegura ya está pasando en Florida, donde familias se están mudando a otros estados antes de que entre en vigor la SB 1718 el 1 de julio.

“Yo tuve que llevar a mi esposa al psicólogo. Tenía un estrés tremendo cuando se implementó la SB 1070”, refirió Pineda.

Durante su visita a la Iglesia Presbiteriana del Sur, los miembros de la caravana se reunieron con activistas y miembros de la comunidad, que se comprometieron a luchar por la causa y poner un alto a leyes que solo buscan criminalizar a los inmigrantes indocumentados sin reconocer sus contribuciones económicas.

La caravana busca el apoyo de la comunidad inmigrante a través de todo el país contra políticos como DeSantis, de quienes los activistas consideran que utilizan el tema migratorio como plataforma política, en este caso para llegar a la Casa Blanca.

La caravana, que inició su recorrido el 23 de junio en California, parte hoy martes de Arizona rumbo a Nuevo México para después continuar en Texas y Luisiana. La parada final es Tallahassee, capital de Florida, a donde los activistas esperan llegar el 30 de junio.

Adicionalmente, el grupo anunció un boicot del 1 al 4 de julio para denunciar las políticas antiinmigrantes de DeSantis, quien como parte de su campaña por la nominación presidencial republicana anunció el lunes que en caso de ser elegido terminará con la ciudadanía automática para los hijos de indocumentados que nacen en territorio estadounidense.

Los activistas aseguraron que la meta no es solo derrotar a la SB 1718, sino que este movimiento encienda el fuego que se requiere para obtener finalmente una reforma migratoria, algo que no se ha logrado desde 1986.