Tegucigalpa – Con el objetivo de brindar asistencia humanitaria, la Cruz Roja de Guatemala y Honduras se disponen a ofrecer sus servicios a los integrantes de la nueva caravana migrante que salió desde la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras.

Para tal objetivo, se han activado siete filiales de la Cruz Roja en la frontera en el lado guatemalteco y se establecerán trece puntos de asistencia humanitaria en Agua Caliente, en la ruta migratoria a Petén (frontera norte con México) y a Tecun Uman (frontera sur con México), informó el organismo humanitario.

Al respecto, José Juan Castro, presidente nacional de Cruz Roja Hondureña dijo que “el acceso a agua, la atención prehospitalaria y el mantenimiento de las comunicaciones y los vínculos con sus familias son algunas de las principales necesidades que enfrentan los migrantes. Durante su viaje, las personas están expuestas a deshidratación, lesiones y desmayos. Brindar apoyo y protección es un imperativo humanitario, así como proteger a los grupos más vulnerables como la niñez, las personas jóvenes, mujeres, poblaciones indígenas y personas mayores, con discapacidad y LGBTIQ”.

 En Honduras, la Cruz Roja ha activado su plan de acción en apoyo a las personas migrantes que ya salieron de las zonas norte y sur del país.

El personal y el voluntariado de ocho consejos habilitaron puntos de asistencia humanitaria tanto en la Estación Central Metropolitana de San Pedro Sula, como a lo largo de la ruta que sigue la caravana en el territorio nacional.

Los socorristas brindan agua, mascarillas, atención prehospitalaria, servicios de Restablecimiento del Contacto Entre Familiares (RCF) e información sobre seguridad, protección y prevención de la COVID-19.

La población migrante se ha visto expuesta y afectada de manera desproporcionada por el virus debido al acceso a menudo limitado a servicios básicos de salud, agua, saneamiento e higiene, así como a condiciones de vida y de trabajo precarias e inseguras que dificultan el cumplimiento de las medidas preventivas básicas. 

La combinación de COVID-19, exclusión social, violencia y desastres relacionados con el clima que ocurren al mismo tiempo, con una magnitud rara vez vista antes en Centroamérica, plantea nuevos desafíos humanitarios. Eta e Iota han destruido los medios de vida en una región que ya se enfrentaba a una crisis económica y donde los ingresos de miles de familias ya habían mermado gravemente debido a la pandemia.

 Principalmente los hondureños emigran en busca de una mejor vida ya que en el país centroamericano el empleo es escaso y en muchos casos mal pagado.

La falta de empleo sigue siendo la principal causa por la que emigran los hondureños. (RO)