En la imagen, el enviado de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams. EFE/Erik S. Lesser/Archivo

Washington – La organización humanitaria Refugees International expresó este lunes su preocupación ante la posible deportación secreta de venezolanos por parte del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a través de terceros países

«Estamos profundamente preocupados por los informes de que la Administración de Trump ha estado involucrada en deportaciones secretas de venezolanos desde Estados Unidos a Venezuela a través de terceros países, incluida Trinidad y Tobago», dijo en un comunicado la portavoz de la organización, Aviva Shwayder.

Refugees International se pronunció después de que el senador demócrata Bob Menéndez reveló el viernes que el Gobierno de Trump se valió de terceros países para seguir deportando a migrantes venezolanos, una estrategia que le sirvió supuestamente para esquivar una prohibición de vuelos a Venezuela que él mismo decretó en 2019.

Menéndez, de origen cubano y muy crítico con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que las deportaciones se produjeron al menos hasta marzo de este año y aseguró que los vuelos con origen en EE.UU. hacían escala en Trinidad y Tobago antes de llegar a Venezuela.

Esta ruta buscaba supuestamente esquivar una normativa que el mandatario decretó en mayo de 2019 para impedir cualquier vuelo con destino a Venezuela.

La organización señaló además en su comunicado que el enviado de EE.UU. para Venezuela, Elliott Abrams, reconoció en febrero pasado que habían continuado algunas deportaciones hacia Venezuela.

La nota indicó que Abrams indicó luego en agosto pasado que la Administración de Trump no estaba deportando venezolanos y estuvo de acuerdo en que no era seguro devolver a estas personas a su país de origen.

«Estamos de acuerdo con el Representante Especial para Venezuela en que nadie deberá ser devuelto a Venezuela en las condiciones actuales», apuntó Shwayder.

En ese contexto, instó al Gobierno de Trump a «afirmar que Estados Unidos no está o no deportará venezolanos» y a proveer «información detallada sobre las deportaciones secretas a través de terceros países que han tenido lugar desde mayo de 2019».

«Trinidad y Tobago, uno de los países presuntamente implicado en esas deportaciones, debería negarse a cooperar en cualquier devolución forzosa de venezolanos por parte de Estados Unidos. De hecho, mediante un proceso de registro el año pasado, Trinidad y Tobago otorgó estatus legal y derecho al trabajo a unos 16.500 venezolanos, pero otros miles siguen en el limbo legal y también se les debería permitir registrarse», añadió la portavoz de Refugees International.

La suspensión de los vuelos de EE.UU. a Venezuela se produjo después de que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, rompiera relaciones diplomáticas con Washington después de que, en enero de 2019, Trump reconociera al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.

Venezuela se ha convertido ahora en un tema clave para las elecciones presidenciales de noviembre debido al peso del voto cubano y venezolano en el estado clave de Florida.

Para captar ese voto, Trump ha decretado más sanciones y restricciones a Cuba y Venezuela; mientras que los demócratas del Congreso -entre ellos Menéndez- han pedido al Ejecutivo que otorgue a los venezolanos que viven en EE.UU. un permiso migratorio para vivir y trabajar en el país, conocido como Estatuto de Protección Temporal (TPS).