Washington – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este lunes impulsar nuevas normas para cambiar el sistema de asilo en el país que incluirían cobrar una tasa por presentar solicitudes y que los jueces resuelvan los casos en un máximo de 180 días.
Trump propuso estos y otros cambios en un memorando dirigido al fiscal general de Estados Unidos, William Barr, y al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, a los que instruyó a tomar medidas en un margen de 90 días.
«El propósito de este memorando es fortalecer los trámites de asilo para proteger nuestro sistema contra el abuso rampante del proceso de asilo», dijo Trump en el documento.
Las medidas que propone Trump incluyen cobrar a los inmigrantes para presentar peticiones de asilo en EE.UU. y también para solicitar permisos temporales de trabajo para el periodo durante el cual se resuelve el asilo.
Aunque el memorando no propone una cifra para esas tasas, indica que «no deben exceder el coste de resolver la solicitud» de asilo.
En el texto, Trump también propone que «salvo circunstancias excepcionales», los juzgados de inmigración resuelvan las solicitudes de asilo en un máximo de 180 días, recursos a un lado, un proceso que en la actualidad puede alargarse años.
Trump también instruye a sus secretarios a que impulsen normas que prohíban obtener un permiso de trabajo temporal a aquellos solicitantes de asilo que hayan ingresado o intentado ingresar a EE.UU. de forma irregular mientras los jueces resuelven sus casos.
Además, el memorando insta a «asegurar una anulación inmediata del permiso de trabajo» a aquellos solicitantes que reciban una orden final de deportación.
Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump ha hecho del asilo uno de sus objetivos políticos ya que considera que hay un abuso del sistema del que los inmigrantes se aprovechan para ingresar y trabajar en Estados Unidos.
En los últimos meses, de hecho, la frontera sur de EE.UU. ha vivido un incremento en las llegadas de solicitantes de asilo centroamericanos en unidades familiares.
En el mes de marzo llegaron cerca de 100.000 inmigrantes, cifra sin precedentes en el último lustro y que ha hecho que la Patrulla Fronteriza reconozca que la frontera está «desborda».
Para frenar esta oleada el Gobierno de Trump ha probado sin éxito con otras medidas, como separar a padres de sus hijos menores de edad tras cruzar la frontera o devolver a México a solicitantes de asilo a la espera de que se resuelvan sus casos.