Roma – Al menos 41 inmigrantes murieron en un naufragio en el Mediterráneo central el pasado sábado, según ha estimado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en base al testimonio de los supervivientes.

Estas personas murieron ahogadas y sus cadáveres no fueron recuperados del agua, según se lee en un comunicado de la entidad.

El suceso se produjo el pasado sábado en una patera que había partido dos días antes de Libia con 120 inmigrantes a bordo, entre ellos seis mujeres, una de ellas en avanzado estado de gestación.

Tras quince horas de travesía, la embarcación empezó a hacer aguas y seis personas cayeron al mar y murieron, mientras otras dos se ahogaron al tratar de alcanzar a nado una embarcación a lo lejos.

Tres horas más tarde la patera fue socorrida por la nave Triton y en la operación de salvamento, «difícil y delicada», muchas personas acabaron en el mar. Solo pudo recuperarse un cadáver.

ACNUR, que espera en el puerto siciliano de Porto Empedocle (sur) el desembarco de los supervivientes, ha recogido testimonios sobre el suceso y ha contabilizado «al menos» 41  inmigrantes muertos en el naufragio.

Entre los desaparecidos hay tres niños y cuatro mujeres, y una de ellas ha dejado un recién nacido ya acogido y atendido en la isla italiana de Lampedusa (sur).

En lo que va de año el Alto Comisionado estima en 160 las personas muertas en aguas del Mediterráneo central, mientras que son decenas de miles las que están a la merced de «inenarrables» agresiones de los traficantes de seres humanos en Libia.

Según sus datos, de las más de 3,800 personas llegadas a Italia por mar desde el pasado 1 de enero, la gran mayoría, 2,527, zarparon desde Libia, un país en guerra desde 2011.

ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones han reivindicado en un comunicado que el país magrebí «no puede considerarse un puerto seguro» al que devolver a los inmigrantes interceptados en el Mediterráneo central.

Y reclamaron «un esfuerzo internacional inmediato» para ofrecer alternativas a estas personas que tratan de alcanzar Europa desde África.

«Salvar la vida de refugiados e inmigrantes a la deriva en el Mediterráneo debe volver a ser una prioridad de la Unión Europea y de la comunidad internacional», dice la nota conjunta.